3.- EL MUNDO CASTREÑO
Para poder hablar de la cultura castreña presente en nuestra zona, podemos analizarla en base a dos parámetros metodológicos, bastante fiables. Nos estamos refiriéndonos a los poblados castreños de pequeñas dimensiones y con una cronología, normalmente muy arcaica y abandonos con la llegada de la romanización y a los otros asentamientos que a diferencia de los anteriores, presentan grandes áreas de ocupación ( aunque al principio se originen en otras más pequeñas que irán poco a poco incrementando, por diversas circunstancias ) y que su mayor auge lo tendrán sobretodo en el siglo I después de Jesucristo, esto es, en pleno proceso de romanización de nuestra zona.
Nos vamos a referir a ambos tipos, analizando los mismos, en base a los resultados que han proporcionado en las excavaciones arqueológicas que se han llevado en ellos y que fueron debidamente publicadas y dadas a conocer de esta forma. No podemos incluir aquí, otros castros que por diversas causas, aunque fueron excavados, no sabemos realmente lo localizado en ellos y su importancia.
Empezando con los primeros podemos hablar de los siguientes: Torroso (Mos); Forca (A Guardia); isla de Toralla y Punta do Muiño (Vigo; y Fozara (Ponteareas).
Las excavaciones sistemáticas realizadas en este yacimiento pusieron al descubierto diversos tipos de estructuras habitacionales, en las que podemos fechar el fenómeno de la “petrificación” de las antiguas cabañas fabricadas con materiales vegetales y por tanto perecederos, en momentos más antiguas a los que se tenían referencia, pues si bien algunos autores defendían la teoría de una fecha tardía , dentro de las fases de la cultura castreña, para esta transformación, aquí se pudo datar las mismas, en los inicios de la ocupación del castro, que podemos aproximar al siglo VI antes de Jesucristo.
Si el hallazgo de estas construcciones pétreas tan arcaicas, fue importante, no lo fue menos el hallazgo de diversos utensilios de hierro, con fechas cercana so anteriores a la misma, junto a otros objetos de adorno de bronce.
El Castro de Forca, a las faldas del monte de santa Tegra, según los datos aportados, nos ofrece una interesante fase intermedia de la cultura castreña, con un gran repertorio de cerámica indígena profusamente decorada y un abandono pacífico del poblado, posiblemente cuando inicia el apogeo el gran castro situado en la parte superior del emplazamiento en que se encuentra.
Los castros de la isla de Toralla y el recientemente excavado de Punta do Muiño (Alcabre), al lado de su larga cronología que hunde sus raíces en los siglos VII/VI antes de Jesucristo y llega hasta cambio el de era su ocupación mayoritaria, nos arroja una serie de datos muy interesante sobre las relaciones comerciales prerromanas entre Galicia y el sur de nuestra península, que actuaría como intermediaria o como centro de redistribución de productos comerciales. Así tenemos la localización en ambos de numerosos fragmentos de cerámicas “púnicas” y diversos objetos de adorno de bronce y vidrio, en los que podemos observar una clara influencia del mediterráneo en su elaboración ( fíbulas, colgantes, pulseras,.cuentas de collar;…Que este contacto no sólo significó un intercambio de productos, sino que supuso un cambio de mentalidad religiosa ( que hay que valorar a su debido tiempo), nos están hablando los diferentes “cipos” localizados en estos dos yacimientos castreños.
Por último, dentro de este apartado, que podemos definir de pequeños pero antiguos castros, está el de Fozara, que con una cronología semejante a los anteriores, también nos ofrece materiales de importación ( como el asa de una cerámica de barniz negro procedente de la Magna Grecia (sur de Italia) o el bello ejemplar de espada corta o puñal de antenas, que nos estarían documentando por un lado influencias meridionales y por el otro, centroeuropeas, si hacemos caso a las teorías más solventes en la materia.
Nota.-Ilustra este comentario, un fragmento de molde cerámico encontrado en el castro de “A Cidade” (Fozara, Ponteareas) y que en la actualidad está depositado en el Museo municipal “Quiñones de León” de Vigo. Magnífico ejemplar que nos habla de la extraordinaria orfebrería castreña y sus numerosos motivos geométricos, conjunción de influjos centroeuropeos y mediterráneos.
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