Por fin tiene Vigo una parte de un gran yacimiento arqueológico bien acondicionado y expuesto al público en condiciones adecuadas. Ya era hora.
Se trata de una pequeña zona de las salinas romanas descubiertas en la zona del Areal (concretamente en la calle Rosalía de Castro, justo enfrente a la entrada al Centro de Saúde existente en la zona), que por casualidad de la vida, fue la primera en ser descubierta y respetada, en dicha área geográfica de Vigo, que continúa y continuará, mostrándonos las aspectos de este importante y gran yacimiento arqueológico romano vigués.
La exposición que se presenta al visitante está muy bien realizada y de forma muy didáctica se acerca este tema al ciudadano deseoso de conocer algo de nuestro ancestros.
Por desgracia, lo que tenemos a nuestra vista, sólo se trata de una parte muy pequeña del citado yacimiento y que, como ya apuntamos anteriormente, por casualidades de la vida, al ser la primera en ser descubierta, se salvo, del destrozo y fue reservado para que la ciudadanía pudiera contemplar algo que se extiende debajo de los pies de toda la zona del Areal, como queda constancia a tenor de las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona.
Si por una parte, nos alegramos de la apertura al público de esta parte del yacimiento arqueológico romano, lamentamos que las otras partes del mismo, no hayan corrido la misma suerte y se hayan destruído o estén ya tapadas hasta dentro de muchos años, por no decir, siglos.
La reflexión se plantea en cuanto se acomete la musealización de una parte de un yacimiento arqueológico, por ser la primera en ser descubierta y en terreno público y las otras partes, por encontrarse en zonas privadas o ser descubiertas posteriormente, no se protegen debidamente y son abandonadas al olvido, aún, poseyendo valores arqueológicos mejores que las conservadas institucionalmente, en algunos de los casos.
La exposición publica de parte de las salinas romanas de Vigo, nos lleva también a pensar en la desigual fortuna que han corrido otras más cercanas en el tiempo a nosotros y mejor conservadas.Nos referimos a las existentes en la desembocadura del río Lagares, en un extremo de la famosa playa de Samil. La tan contravertida depuradura de la zona, además de haber destruído parte de esta importante salina de época borbónica ( con uno de los alfolíes que aún había llegado bastante bien conservado hasta nosotros), a deteriorado el aspecto medio-ambiental de la misma y hace casi imposible la recuperación de este interesante y muy importante yacimiento arqueológico vigués, poco conocido por los ciudadanos y por ello, destruído con total impunidad.
Si ya con los romanos conocemos la posibilidad de la obtención de la sal en nuestra zona geográfica, con las citadas salinas del Lagares, vemos que este tipo de explotación industrial fue rentable hasta el siglo XVIII y al final abandonadas no por cuestiones de rentabilidad, sino por circunstancias diversas. Volveremos al tema en otro comentario.
Nota.- Vista fotográfica de la entrada a las salinas romanas del Areal en Vigo(en la calle Rosalía de Castro), recientemente abiertas al público y que bien merecen una visita detallada.
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