domingo, 6 de diciembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (XI)
Como suele suceder en las excavaciones arqueológicas desarrolladas en este tipo de yacimientos, la mayoría de los materiales localizados correspondieron a fragmentos de cerámica común y en menor medida a vasijas de lujo, procedentes de un comercio exterior. Pasamos muy brevemente a analizar las localizadas durante la campaña de 1992-1994.
La cerámica cómún pertenece al grupo denominado de "cocina y de mesa" y pertenecen a imitaciones de fuentes de barníz rojo-pompeyano; diversos tipos de jarras ( de una o dos asas, de un pico o trilobuladas,..) ; cuencos, cubiletes y vasos; y numerodsas ollas de mediano y de pequeño tamaño. La mejor olla conservada de este tipo, que se puede ver en una de las imágenes, en el momento justo de su hallazgo "in situ" se localizó entre los derrumbes de la zona del hipocausto y practicamente está entera. Esta pieza puede hoy observarse en una de las vitrinas del museo municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad.
La cerámica fina importada corresponde en su mayoría a diversos fragmentos de "terra sigillata africana" tipo D, casi todas sin decoración y se la poseen, se reduce una estampación de pequeños círculos. Algunos de estas cerámicas las podemos ver en la fotografía adjunta.
Tenemos luego un interesante fragmento de "terra sigillata clara C", que desarrolla un tema vegetal, que por el tamaño del mismo no podemos identificar.
De "terra sigillata hispánica tardía" poseemos un fragmento de imitaciones indígenas de platos de "clara D" norteafricana, estampillados con motivos geométricos.
Luego poseemos cerámica pintada de tema animalístico y geométrico, destacando un fragmento de un gran recipiente que poseía una o dos asas y que presenta un ave caminando. Este diseño es muy similar a los localizados en las antiguas excavaciones y de hecho fue encontrado en una posible escombrera de los mencionados trabajos arqueológicos.
De todo este tipo de cerámica, en las intervenciones realizadas hasta la apertura al público de este extraordinario yacimiento, han salido interesantísimas cerámicas importadas, con magníficos motivos decorativos, tanto animalísitcos como vegetales como geométricos. Por desgracia, aún no ha salido un estudio que nos mueste estos materiales y sólo son conocidos algunos expuestos en el citado museo.
Todos estos materiales cerámicos, unidos a otros como pueden ser los vidrios y las monedas, nos hablan de unas importantes relaciones comerciales de esta área geográfica, con la zona sur de la península ibérica, norte de África o la zona del Mediterráneo Oriental.
sábado, 28 de noviembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (X)
Luego de analizar el otro día, un material de construcción fundamental como son las tejas y ladrilllos, hoy nos vamos a parar a dar algunos detalles sobre, otros dos materiales que son esenciales en toda construcción: las piedras trabajadas y los morteros.
La villa está principalmente construída con mampostería irregular de granito y gneis, que constituye la roca base del yacimiento, esta mapostería va acompañada de sillares esplendidamente trabajados en los puntos más vulnerables de la villa, como son esquinales, umbrales, dinteles,..Estos sillares, al contrario de la mampostería, tiene su origen posiblemente en una cantera fuera del yacimiento, aunque no demasiado alejada del mismo, en ese sentido se puede apuntar que existen canteras a menos de un kilómetro a la redonda. Esto habría que comprobarlo mediante un análisis petrológico. En las primeras de las fotografías que ilustran este comentario, podemos ver los grandes sillares pétreos del muro sur de las estancias calefactadas de la villa, en rpimer término.
Además de la mampostería y los sillares, se pudieron localizar en la campaña de 1992-94, cuatro basas de columna, en granito. Hay que recordar aquí, otras dos más encontradas en anteriores intervenciones, junto un magnífico capitel de orden corintio, conservando su bellas hojas de acanto, que en la actualidad están en posesión de la familia Mirambell, junto a otros restos arqueológicos, que analizaremos en otro comentario. Decir que el capitel es de granito y está datado sobre el siglo IV después de Jesucristo. De las cuatro basas citadas, tres se encontraron "in situ" sobre el pavimento de la cocina, justo delante del hogar de la misma y otra en la misma zona, pero en un nivel de derrumbe, cuando ya se había dejado de vivir en la villa. En la segunda fotografía, podemos ver la base que fue localizada en la campaña de sondeos arqueológicos de 1992 y que apareció junto a otros materiales, en el derrumbre o abandono del lugar. Por último, en la fotografía siguiente, podemos ver un momento de la excavación de 1994, en la zona de la cocina. Todo el piso está cubierto por tejas caidas del techo y puede verse, en el lado inferior izquierdo, una de las bases citadas, en el momento que fue encontrada "in situ" al lado de otras dos.
Las cuatro basas están constituíadas todas ellas por toro, escocia y arranque de fuste o columna. Sus medidas son muy similares para todas ellas, variando las dimensiones entre 0,5 y 1,5 centímetros, cantidad despreciable. Pudieran tratarse de capiteles de orden toscano, pero dada la ubicación de tres de ellos, además de que ese tipo de capitel es propio de épocas altoimperiales, optamos por clasificarlas como basas.
Para finalizar, hablando del mortero utilizado, podemos apuntar que se localizaron sobre todo en la zona del hipocausto, como base del mosaico y parte de la "suspensurae". También existe, pero en menor medida parte de enlucido de las paredes interiores. Este enlucido no presenta decoración alguna, su grosor va de los 6 a 8 centímetros y su cara superior parece pulida y debajo la textura se hace menos fina.
Se conserva "opus signinum", de mala calidad hecho a base de cal, arena fina, agua, cerámica machacada y piedras de cuarzo y pizarra. Su calibre máximo es de 16 centímetros.
jueves, 19 de noviembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (IX)
No hay duda, que unos de los elementos que nos sirve de gran ayuda oara determinar los intercambios de productos de un yacimientos con otros de diversos luagres geográficos ( más o menos cercanos al que nos ocupa), son, por un lado, las monedas que se encuentran y por el otro, los vidrios localizados, que nos están hablando de un comercio de unos objetos de alto poder adquisitivo de los habitantes del hábitat en que se documenten.
Ciñéndonos a la campaña de 1992-1994, podemos apuntar los siguientes datos sobre el tema:
Respecto a los monedas que se pudieron localizar, podemos decir que fueron un total de 17 monedas pertenecientes a los denominados "pequeños y medianos bronces ", que cronologicamente podemos situar en el siglo IV después de Jesucristo. Según el estudio realizado sobre estas monedas, de la arqueóloga y también amiga, Dña. Milagros Cavada Nieto y presentado al XXII Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en nuestra ciudad en 1995, se documentan monedas de la época de Constantino I, Constantino II, Constante y Valente, siendo las cecas (lugar de acuñación) más representadas las de Arlés y Nicodemina con dos ejemplares cada una, mientras que Aquileia, Lugdunum y Roma, sólo hay una, las demás son inclasificables. El total de moendas estudiadas fueron 8, por el mal estado de conservación que poseían las restantes y su cronología se centra, como dijimos anteriormente, en el siglo IV despúes de Jesucristo. En la fotografía que acompaña este texto, en la parte superior, podemos ver cuatro de estos pequeños y medianos bronce tardorromanos.
Los vidrios hallados en la villa de Toralla, a pesar de su fragmentación, permiten recontruir un conjunto que por su variedad funcional y calidad, consideramos muy interesantes. Tipologicamente se pueden diferenciar una amplia gama de recipientes como son: tazas troncocónicas y cilíndricas, cuncos, platos, vasos, frascos, copas, jarras, alguna perteneciente a la forma Isings 67 a y una amplia gama de botellas entre las cuales están presentes las botellas Isings 50. Destacaríamos como novedoso la presencia de un pié de lámpara y de un plato con decoración tallada.
Hay un predominio de vidrios transparentes, aunque se documentan algunos traslícidos y en una mínima proporción, los opacos. Los colores más frecuentes son los verdes, esmeralda y aceituna, seguidos de los incoloros y los de color ámbar. La mayoría presentan estrías, burbujas, picados y múltiples irisaciones.
Abundan los vidrios con paredes muy delgadas que no alcanzan 1 miligramo de grosor, aunque la mayoría acostumbra a rebasar ese espesor y algunos, sobre todo en vidrios de botellas, alcanzan los 5 miligramos.
Se documentan varios vidrios decorados mediante la ténica de abrasión o con baquetones, molduras o hilos de color verde o blanco. Los temas decorativos predominantes son los geométricos a base de líneas paralelas, ángulos, grecas y espirales. Una pieza excepcional, es el fondo de un plato con decoración tallada, en cuya cara exterior presenta una decoración en la que se puede ver un personaje masculino desnudo con los detalles anatómicos bien marcados y que lleva colgado en su mano derecha una especie de cesto en forma de triángulo equilátero. La decoración se complementa con motivos geométricos esquemáticos. En la fotografía inferior, podemos ver varios tipos de estos vidrios aparecidos en la villa.
Creemos que estamos ante la producción de un taller de vidrios local, fenómenos muy frecuente en esta época tardía, con la excepción del plato ya citado que pensamos, dada su calidad y por tratarse de un vidrio tallado que puede corrresponder a una pieza importada. Lo mismo podemos decir, del macizo pié de lámpara de fuerte color azul oscuro, cuyo paralelismo más inmediato que tenemos es de otra pieza similar encontrada en Constantinopla.
Resulta muy difícil, por ser un conjunto de vidrios de producción local y por su fragmentación, como dijimos anteriormente, establecer una cronología exacta para estas piezas. No obtante tenemos datos suficientes paea pensar que se trata de una producción tardía. La mayoría se pueden fechar en el siglo IV después de Jesucristo, con posibles pervivencias en el siglo siguiente, aunque hay vidrios cuya fabricación puede ser del siglo II después de Jesucristo. Para los interesados en el tema, recomiendo la lectura del trabajo que ha realizado sobre los vidrios de la villa de Toralla, del profesor y amigo, D. Manuel Caamaño Gesto, de la Universidade de santiago de Compostela
domingo, 15 de noviembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VIII)
Además de la cocina que ya hemos documentado en un anterior comentario de esta serie sobre la villa romana de Toralla, en 1994, fue encontrada otra muy bien conservada al lado de la gran estancia del "hypocaustum", que es la que se rerpoduce más arriba. Este hogar está construído en el ángulo noroeste de la de la habitación y nos viene dado por piedras largas que lo delimitan por sus laterales, el del lado oeste es el fragmento de un aumbral pétreo y el rsto del hogar está onstituído por doce ladrillos besales de 19 x 19 centímetros. Tal como se encontró, no nos mostraba huellas evidentes de haber sido intensamente utilizado sino lo contrario, lo único que se enontró fue en sus cercanías una pequeña escombrera o basurero de materiales con abundantes restos de alimentación. En las últimas campañas, ya de este siglo, se pudo documentar otro hogar muy similar a éste, pero en otro posible edificio, al poniente del desenterrado en la actualidad y que hoy se puede contemplar en la visita que se realice al yacimiento.
Al hablar de las cocinas ( principales y secundarias y sus hogares respectivos), nos da pié para hablar un poco sobre los restos óseos que se encontraron en estas primeras campañas y que nos informan de la alimentación cárnica de los habitantes de la villa en esa época.
Hay que dejar claro, como es de esperar, que los restos de huesos procedentes de esta villa, presentan unas características a las obtenidas en los análisis de otras muestras de yacimientos de carácter urbano de este mismo período en el nororeste peninsular. La distribución de especies ya vamos a indicar en la siguiente tabla, donde se refleja el número de restos de cada una de las mismas y su porcentaje respecto al total. Y empezamos, para los que les gusten las estadísticas:
Especies domésticas
Bos taurus 26 40,6%
Ovis aries / Caora hircus 16 25,0%
Sus domesticus 16 25,0%
Gallus domesticus 1 1,6%
Especies salvajes
Vulpes vulpes 2 3,1%
Capreolus capreolus 2 3,1%
Oryctolagus cuniculus 1 1,6%
Teniendo esto presente, podemos decir, que entre el grupo de domésticos destaca el dominio del ganado bovino sobre el ovicaprino y el de cerda, aspecto habitual en la alimentación de los núcleos romanizados del nuestro noroeste. La presencia de la gallina, auqnue anedóctica, viene a sumarse a las pocas referencias que se han documentado para esta especie, todas ellas a partir de fases romanizadas, como por ejemplo en la ciudad de Lucus Augusti, en la villa romana de A Proba de Trives (Ourense) o en el mismo castro de Vigo.
La presencia de especies silvestres indica una práctica cinegética que, a partir de los resultados de numerosos análisis, normalmente hemos asociado con la existencia de determinadas clases sociales, de posición alta, reflejando más una actividad de prestigio, que una verdadera necesidad de obtener un complemento alimenticio. Es evidente que tanto el corzo (Capreolus) como el conejo (Oryctolagus) serían consumidos, mientras que el zorro (Vulpes), sin negar la posibilidad de aprovechar su carne, se obtendría principalmente la piel.
Los restos óseos de la villa de Toralla, desde el punto de vista tafonómico, presentan unas características peculiares. La mayor parte del conjunto analizado exhibe evidencias de haber sido sometido a elevadas temperaturas, con estadios de calcinación completa. Parece lógico considere el empleo de los restos óseos como combustible, lo que viene a relacionarse directamente con la recuperación de los mismos, en una área muy próxima al hipocaustum, más concreto del praefurnio.
Logicamente esta alimentacion de carne, está solidamente apoyada en la consumición de productos agrícolas y procedentes del mar. Pero ese tema sera objeto de otro comentario.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VII)
Al hablar del material latericio ( material de construcción romano de barro cocido) sin lugar a dudas, el que más abunda y en las excavaciones arqueológicas de la villa romana de Toralla, no es una excepción, es el referido a los dos tipos de tejas romanas, esto es, las tégulas ( tejas planas ) e imbrices ( teja curva ) y los diferentes tipos de ladrillos romanos. Normalmente se encuentran en derrumbes y fuera de su lugar de ubicación original, pero al darse aquí, el caso que fueron utilizados en la construcción del hipocaustum, tégulas y ladrillos, fueron documentados "in situ". Pasamos a continuación a hablar un poco de este tema:
Podemos decir que se ha podido recuperar la casi totalidad de las tejas que formaban parte de latechumbre de la villa, acercándose en más de 10 toneladas de tégulas las que se recogieron, tan sólo en las las campañas de 1992 a 1994. Hay que apuntar que se han detectado diferentes tipologías de tégulas, basadas éstas en la forma que presentan las pestañas de las mismas. La fijación del tejado se realizaría principalmente por encaje de unas tégulas en otras, existiendo en algunos casos, agujeros con el fin de insertar clavos de fijación. Estas tégulas están hechas de pasta naranja bien cocida y de grano medio, aunque también existen otras coloraciones que pasan por el rojo teja hasta el rosado, incluso existen con pasta blanquecina.
En algunos casos, vemos como las tégulas presentan marcas en su parte superior, en forma de serpentiformes o más bien líneas onduladas, sencillas o dobles y paralelas y también en forma de C. Existen también las huellas de animales, las cuales habría que estudiar con el fin de establecer la fauna existente por la zona y cotejar los datos con los restos óseos encontrados en las excavaciones. Las medidas de las tégulas serían, aproximadamente de 59 x 38 x 3,5 centímetros.
Por otro lado, como ya apuntamos, las tégulas además de servir de techumbre, lo hacían también de pavimentación del hipocaustum, apareciendo colocadas boca abajo y con la pestaña rebajada.
Tenemos luego que abundan también los ladrillos, sobre todo y como es lógico en la zona citada del hypocaustum, donde se han localizado la mayoría de ellos. Hay diversidad de tipos de ladrillos, así los que más abundan sin lugar a dudas son los del tipo bessal, que suelen ser bastante irregulares, existiendo pues variaciones en sus dimensiones, que por lo general suelen ser de 20 x 18,5 x 5 centímetros. Siguiendo en la zona del hypocaustum, aquí se han localizados ladrillos con entalle reutilizados, que presentan al igual que los bessales, maedidas variadas, asemejándose a los del tipo pedal, aunque sin llegar a ser cuadrados del todo. Existen variantes y sus medidas son: 26 x 22 , 30 x 28, aunque predominan los de 20,5 x 22,5, 24,5 x 21 y 25 x 22 centímetros. Tenemos pues un paso intermedio del tipo bessal y pedal. En el exterior del hipocausto se han podido localizar ladrillos del tipo intermedio, el cual tiene una medidas de 26 x 25 x 5 centímetros, además de pedales y el lydium, que para el caso de esta villa suele ser refractario y de una tonalidad rojiza oscura, observándose además digitaciones en su superficie. Las dimensiones del mismo son de 41 x 28,5 x 6 centímetros. Además de estos tipos de ladrillos se pudieron detectar resto de ladrillos mayores de tipo sesquipedal o bipedal. Por otra parte y para finalizar, comentar que hay dos ladrillos de tipo indeterminado, los cuales tienen forma trapezoidal.
Nota.- En la imagen superior, un detalle del pavimento del hipocausto, realizado con tégulas; y los pilares construídos a base de ladrillos de diferententes tipos. En la fotografía área del hipocaustum ( imagen siguiente), podemos ver la distribución del hipocausto y los materiales latericios utilizados en su piso y pilastras de sustentación del mosaico de la estancia superior, hoy desaparecida.
domingo, 1 de noviembre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (VI)
Fue al final de la campaña arqueológica de 1994, cuando se tomaron fotografías aéreas que dejan buena constancia de lo localizado hasta la fecha y sobre todo, del descubrimiento y excavación total de la zona de calefacción de la villa de Toralla. Para la realización de estas imágenes, tuvimos que disponer de un vehículo especial para alcanzar la altura adecuada para lograr estas fotografías sacadas a unos 20 metros de altura. En la primera de las fotografías que hoy se publican, tenemos una vista aérea de la zona central y más importante del edificio habitacional, desde el sur, en la que destacan en el margen inferior, las estancias calefactadas. En la segunda imagen, mostramos un detalle de las mismas, tomada también desde el sur, pero a nivel del terreno actual.
Pasamos ahora a hablar brevemente de esta estancia importante de la villa:
El "hipocaustum" o cámara de calor, es el elemento fundamental en el sistema de calefacción romano, por el que circula el calor subterráneo que calentará las estancias superiores, está constituído por un sistema de canalizaciones, optimizadas para distribuir correctamente el calor hasta las estancia deseadas.
Este sistema de calefacción por hipocausto está formada por dos estancias: el "praefurnium" ( lugar de entrada del calor) y las tres cámaras de calor intercomunicadas. La presencia de este sistema de calefacción en esta zona concreta del edificio, la identifica como la parte o zona más noble del mismo, dichas habitaciones tendrían una superestructura y una infraestructura, la primera dado por habitaciones normales pero decoradas con mosaicos donde se situarían las habitaciones principales de la villa y la infraestructura vendría dada por todo el sistema de calefacción, que se situaría justo debajo de estas estancias.
Estas estancias nos vienen delimitadas al sureste por una hilada de impresionantes sillares graníticos de gran tamaño, magnificamente labrados, si pensamos que estos son los simientos, es de suponer que el alzado cuando menos tendría unas características similares. Esta cimentación de sillares se asienta directamente sonre la roca base rebajada con el fin de asentarlos de manera más firme posible.
El praefurnium está formado por dos pequeños muros de mampostería muy iregular con 0,6 metros de ancho cada uno de ellos, los cuales vienen delimitados por dos bloques de granito en su parte más alejada del hipocausto, esto es, por la zona que se introducía los materiales que iban a proporcionar el calor. Estaría comunicado por el muro situada hacia el este, cuyo vano podría estar adintelado. Las medidas del mismo serían de 2,6 metros de largo, por 0,8 metros de ancho y 0,6 metros de altura. El suelo es de barro y en el mismo se localizaron además gran cantidad de cenizas, y revoques de arcilla qure sin duda estarían encalando las paredes de esta estancia. Vinculada a esta estructura habría que situar un pequeño almacén de leña para las necesidades de combustión.
El hipocaustum nos viene dado aquí, por tres recintos comunicados a través de canales, éstos nos vendrían dados por por unos vamos en cuyo umbral se observan sillares planos indicando la dirección del paso del calor. Las dos primeras salas están pavimentadas por tégulas dadas la vuelta y sobre ellas se observan pilastras formadas por ladrillos cuadrados.
La primera estancia mide 2,6 x 2,6 metros, conserva 13 pilares, aunque suponemos que en total serían unos 25 pilares, como parece indicar la ubicación asctual de los pilares conservados. Estos pilareso pilastras cerámicas, están realizados con ladrillos bessales, respondiendo en este caso a los cánones marcados en cuanto a la construcción de hipocaustos se refiere y la altura de los mismos, se acerca a los 0,70 centímetros. La fila existente al norte del recinto está pegada al muro y se asienta sobre restos de ladrillos pedales y con entalle. Además se pueden observar tres pequeñas columnas fabricadas a base de ladrillos entallados reutilizados. Al sur, existe otro pequeño espaxcio de 2,6 x 1,3 metros, cuya función la desconocemos.
La segunda estancia tiene forma rectangular pavimentada como el anterior, con tegulas dadas la vuelta, menos al final de la misma, que posee ladrillos tipo lidyum. Se conservan 26 pilares de 35 que debió de tener, todos realizados con ladrillos bessales conservando el basamento de piedra. La altura llega alcanza los 80 centímetros, a juzgar por una pilastra que conserva 10 ladrillos.
La tercera y ultima estancia, es más grande, teniendo una superficie de 4,3 x 3,10 metros. Se halla cubierta de pilares, pero en esta ocasión son de piedras irregulares, existiendo en su base grandes piedras que descansan directamente sobre el relleno de "xabre". El número de pilares es igual que el de las anteriores (35). Algunos de las citadas hiladas, rematan en lajas planas, que harían las veces de sencillos capiteles, alcanzando los 90 centímetros de altura. Destaca de toda esta zona, la reutilización de materiales, que nos lleva a pensar que excistió una remodelación de este recinto en época posterior.
Para finalizar, y como ya avanzamos anteriormente, todo este conjunto formaría una gran sala de calefacción cubierta con mosaicos, siendo una de las zonas más nobles de toda la villa.
lunes, 26 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (V)
Esta estancia de la casa ( "Culina", en latín), también se pudo documentar en uno de los sondeos llevados a cabo en la campaña de 1992, concretamente al ser excavado el sondeo número 20. Al igual que los realizados cerca del mismo, la estratigrafía nos ofrece el nivel de abandono y ocupación sellado por la duna reciente formada al ser deshabitada esta zona. En la fotografía superior lo podemos ver claro. Luego tenemos un muro que lo corta en dirección norte-sur y en su zona interna, hacia el extremo sur se pudo observar que sobre el piso existente, hacia un hogar formados por piedras hincadas y ladrillos en su interior, todo ello con muestras de haber estado expuesto al fuego de forma continuada. Sobre el mismo, se localizó una basa de columna de granito y la parte inferior de un molino circular, éste ya en un nivel de abandono.
Ya en la campaña siguiente, de 1993-94, se pudo excavar la totalidad de esta estancia de la villa.
Esta "culina" o cocina nos viene dada por la presencia de un hogar, en torno al cual se localizaron tres basas de columnas, que suponemos servirían de sustento a algún tipo de cubrición existente sobre el citado hogar. Tenemos otro hogar pero de menor importancia. En cuanto a materiales arqueológicos recogidos, podemos señalar que se localizaron gran cantidad de cenizas, que procedían del fuego encendido sobre el citado elemento y entre ellas, gran cantidad de frgamentos de carámica común romana, utilizada normalmente para funciones culinarias.
Esta habitación o estancia es la situada más hacia el poniente y es la más pequeña e todo el edifico, con una superficie de 16 metros cuadrados, teniendo pues unos 5,9 metros de largo por unos 2,7 metros de ancho. Tiene pues, forma rectángular, con una entrada hacia el norte que viene dada por dos tizones que bien pudieran ser los que sostuvieran un umbral ahora inexistente. Podría poseer otra entrada en el lado opuesto, pero no ha llegado hasta nosotros.
Los dos hogares documentados, están ambos pegados al muro occidental, el primero hacia el norte tiene forma cuadrada y está construído con cuatro ladrillos refractarios, unidos con argamasa, de 41 x 29 x 6 centímetros, cada uno de ellos, delimitados por un reborde de ladrillos y lajas de granito por tres de sus lados, adosado al muro este hogar se remata con unas losas planas y ladrillo cuadrado, mostrando tood el conjunto signos evidentes de fuego, pudiéndose deducir que fue expuesto al fuego durante un tiempo muy prolongado( ver fotografía ). Asociadas a este hogar, como dijimos anteriormente, se localizaron tres basas de columnas realizadas en granito todas ellas, dos de ellas estaban situadas en frente y la tercera un metro hacia el suroeste quedando desplazada de la línea formada por las otras dos.
El segundo hogar, en peor estado de conservación que el anterior, está pegado a los muros oeste y sur de la estancia, formando por un cerco de piedras cuadrangular que delimitan una mancha de arcilla endurecida por el fuego en la que se pudieron rcoger abundantes restos de carbones, en las inmediaciones de este segundo hogar existen dos agujeros o huecos de poste, en los cuales se pudieron encontrar cuñas de tégula con el fin de sujetar mejor, no obstante los postes no se conservaban.
Por los datos expuestos, podríamos no estar ante la cocina principal de la villa, pues parece que el lugar en que se encuentra está bastante alejada a la zona ocupada por los propietarios y ésta como apenas a llegado hasta nosotros, nos queda la duda. Además hay que señalar que fueron localizados dos hogares más, muy similares entre si, uno en una habitación cerca del corredor y otro, en un posible nuevo edificio, hacia l sur. Estaríamos pues, delante de la cocina del personal doméstico de la villa.
miércoles, 21 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (IV)
Aún sufriendo un deterioro notable esta villa al ser abandonada, conserva en algunas partes de su estructura original, buenos sillares que nos hablan de la importancia del mismo. Hay que dejar constancia que estas buenos ejemplares de piedras perfectamentes trabajadas por cantero con pico de hierro ( como el que se localizó en los primeros hallazgos y que en la actualidad está en poder de la familia Sobrino Mirambell, al igual que otras piezas, como un capitel corintio, un anillo, vidrios, cerámicas,..), pudieron llegar hasta nosotros y no fueron arrancadas de su sitio, como les paso a la mayoría de estos materiales de construcción, debido a que formaban parte de los cimientos del edificio y el arrasamiento mayor lo sufrieron las paredes y piezas que eran visibles a simpre vista en el derrumbe posterior de esta estructura producido hacia finales del siglo V después de Jesucristo.
Ya en dos de los sondeos arqueológicos realizados en 1992, pudimos observar algunos de estos magníficos sillares. Así tenemos que el sondeo 58, se dejó al descubierto una de las esquinas del edificio de la villa romana, que nos venía dado por un gran sillar rectángular que sobresale del aparejo regular del muro en si, posiblemente para reforzar la estructura por este sitio. Se vió perfectamente la zanja de construcción del muro y el rebaje de la roca base para asentar los cimientos del mismo. Señalar como existe una piedra rectangular colocada entre la roca base rebajada y el sillar que comentamos, para darle más consistencia a este punto. Ver la fotografía inferior.
Por otro lado, en el sondeo 10, ya dentro del edificio, en lo que pudimos luego identificar como la "cella penaria " o lo que es lo mismo la despensa de la casa, hacia el sur del mismo, se localizó un gran bloque de granito trabajado a pico, horizontal al suelo, sostenido por unas pequeñas pero gruesas pilastras del mismo material. El nivel de funcionamiento de la estancia nos venía documentado por un piso irregular formado por ladrillos cuadrados ( bessales). Encima del mismo, se recogieron grandes cantidades de ladrillos del mismo tipo y tégulas. En el este momento, nos parecía estar contemplando lo que sería el "praefurnium" o entrada del aire caliente para la zona del hipocausto, pero la excavación posterior, nos hizo desechar en parte la idea. Digo en parte, porque si estaba bien documentado el "praefurnio" de las termas que llegaron a funcionar en la casa que llego hasta nosotros, la estructura que formaba parte este gran bloque ( que resulto poseer una bella decoración geométrica, al ser excavado por su zona sur), podría corresponder a otro "praefurnium", que daría paso a un "hipocaustum" que no llegó a construirse y cuya entrada fue cegada, dejando el dintel a nivel del piso. Podemos ver un detalle de esta curiosa pieza en la foto
superior.
Luego de la excavación total de todas las estancias que configuran esta villa, podemos decir que los muros de este edificio están realizados en maposteria irreegular de granito, sus paramentos externos estám muy bien trabajados y en los puntos claves de la construcción existen o han existido grandes sillares de granito.
Los muros tienen un grosor medio de 50 centímetros y en algunos de estos paramentos se ha podido constatar la presencia de tizones, esto es, grandes piedras alargadas que atravieran los muros transversalmente sobresaliendo a ambos lados y que sirven para repartir el peso de la construcción. Está práctica constructiva es muy bien conocida en el mundo romano y se le denomina de "soga y tizón".
Los sillares de granito están labrados con almohadillado más o menos pronunciados, en algunos casos apenas se nota este realce y en otros es muy patente, reforzándolo incluso con motivos incisos reticulados, como es la caso que presentamos en la segunda fotografía.
Para finalizar mencionaremos que siempre se va a proceder de la misma forma constructiva: Primero en la cimentación se coloca un sillar en vertical sobre el que irá otro en horizontal, perte de este sillar que sobresale del anterior lo hace en dirección al muro y a partir de aquí se irán alternando los bloques a la derecha e izquierda del eje marcado por el sillar base colocado en vertical.
viernes, 16 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (III)
En el sondeo arqueológico número 67, de la campaña de 1992, se tuvo la fortuna de encontrar el primer fragmento de mosaico, que nos certificaba la existencia de una termas en esta villa. En esta cata arqueológica, se localizo un pequeño fragmento de mosaico bicolor ( blanco y negro) que nos presentaba un motivo que nos recordabaa un trébol de cuatro hojas. Por los hallazgos constructivos ( sobretodo de ladrillos dentados ) producidos en este sondeo, estaríamos en una estancia y¡termal que poseía una bóveda hueca formada por ladrillos y tégulas. En la fotografía, el momento de la localización del citado fragmento.
Gracias a la recuperación de numerosos fragmentos más de mosaico en las campañas arqueológicas siguientes, podemos decir que las termas poseían un mosaico polícromo y bicromo, de diferentes temáticas. El estado de conservación era muy malo, debido que estaba muy fragmentado y mezclado totalmente con partes del derrumbe de la "suspensaurae" del hipocausto. Además, las condiciones de acidez de la tierra y humedades diversas, habían contribuído a la disgregación de los morteros e incluso de alguna "tesela". Había que añadir a estos nefastos factores, la existencia de una fase de expolio de esta parte del edifico con posterioridad al abancono del mismo, que ha motivado que hayan aparecido fragmentos de mosaico por toda el área del "hipocastum" y "praefurnium". Los fragmentos del mosaico aparecían indistintamente hacia arriba o hacia abajo, dificultando en este caso el proceso extractivo del mismo. El mosaico se hallada compuesto por teselas generalmente cuadradas, tienen una dimensión de un centímetro cuadrado aproximadamente, excepcionalmente son mayores, alcanzando los 2,5 centímetros cuadrados, corrrespondiendo en este caso con la unión del suelo con el zócalo de la pared.
Los colores observados son basicamente cuatro: blanco, gris oscuro azulado, rojo y amarillo.Los materiales de donde se extraen las diferentes teselas de colores son en general de piedra caliza para el teselado y fragmentos de ladrillo para el remate perimetral.
Las teselas, según se pudo observar en algún fragmento, descansan directamente sobre un lecho de cal de grano fino y a continuación una argamasa roja.
Respecto a la temática del mosaico, se puede señalar que no se han encontrado escenas figuradas, únicamente contornos con cenefas hechas a base de "nudos de Salomón", ocho entrelazados, cadenetas, etc...También se pudieron detectar motivos vegetales que estarían encuadrados dentro de estas cenefas, destacando una forma de planta alanceolada, una rama estilizada rematada en semicírculo o la posible representación de una seta,...
Podemos decir para terminar, que nos encontramos frente a un mosaico de motivos geométricos y vegetales, no documentandosé motivos antropomorficos ni animalísticos.
Por todo ello, y concidiendo con el análisis de los otros materiales arqueológicos localizados, estaríamos ante un mosaico que podríamos datar entre el siglo IV-V de nuestra era.
miércoles, 14 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (II)
LA PRIMERA ENTRADA
Ya en la campaña arqueológica de 1992, a base de sondeos, dimos con la primera entrada o puerta a una de las estancias de lavilla. Fue en el sondeo 19 y corrrespondería al acceso a una de las estancias más grandes y principales de la casa, el llamado "oecus".
En las fotografías podemos ver el momento en que se localizó: en una primera fase, con el derrumbe de ladrillos y tejas, que la tapa en parte y en la segunda, ya una vez excavado totalmente el sondeo.
Podemos observar un gran losa de granito, que sirve de umbral de puerta de entrada con rebaje longitudinal, para el ajuste de la puerta de madera, que posee varias cuñas de piedra en su zanja de construcción por su parte externa para darle mayor consistencia a la construcción. A su lado, otra piedra granítica de planta rectnagular dispuesta verticalmente, con un orificio en su extremo interior, nos hace pensar que podía servir de gozne de dicha puerta. Por el Naciente, se introduce dicho umbral en el corte extratigráfico del sondeo y hacia el Poniente coninía el muro. Fueron muy abundantes los ladrillos localizados en la zona central del sondeo, que presentó la estratigrafía habitual en todo este yacidmiento: una primera capa o nivel revuelto; la duna reciente que sella el yacimiento en su momento de abandono y luego de ser fuertemente arrasado para el aprovechamiento de los materiales de construcción; el nivel de funcionamiento de la villa ( inicio y fin ); y el último nivel, es el relleno sobre el que se asiente el piso o pavimento de la estructura.
Fue la primera y podemos decir, que también la mejor entrada conservada que se localizó durante todas las excavaciones, debido al arrasamiento que sufrió este yacimiento arqueológico, al ser abandonado de forma pacífica, para el aprovechamiento de las piezas de construcción que servirían para otras edificaciones en ese momento. Logicamente las materiales que más se apreciaban y se llevaban eran los buenos sillares trabajados y se dejaba las piedras de muros poco elaboradas.
domingo, 11 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (I)
Empezamos pues, este recorrido visual comentado, con este breve comentario introductorio, al que seguirán, como ya dijimos, más, en días sucesivos.
LOS 67 SONDEOS ARQUEOLÓGICOS
En 1992, luego de recuperar la titularidad de la denominada "Finca Mirambell" en la que se encuentra la villa romana de Toralla (Oia), se realizarón las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas, que consistieron en la realización de 67 sondeos o catas, de 2 x 2 metros, repartidos por toda la superfcie mecnionada, para poder valorar debidamente la extensión real que ocupaba este yacimiento arqueológico, del que teniamos constancia por diversos restos constructivos y hallazgos arqueológicos, fruto del desenterramiento de parte de la villa por los antiguos habitantes de la finca.
De todos estos sondeos arqueológicos realizados, bajo la dirección del que suscribe estas líneas, podemos decir que muchos fueron totalmente "negativos", mostrándonos zonas totalmente estériles en cuanto a localización de material arqueológico. Los "positivos" correspondieron a los que nos proporcionaron tanto materiales arqueológicos en posición primaria como secundaria, así como estructuras. Dicha distinción, precisa si los restos fueron encontrados "in situ" o procedían de un lugar cercano y a nivel práctico, se diferenciaba basicamente en la cerámicas, si poseían aristas vivas de los fragmentos cerámicos o eran redondeadas.
La extratigrafía que se localizó siempre en los sondeos "positivos" fue la misma:
Un primer nivel revuelto con manto vegetal; luego una duna reciente; el nivel arqueológico, de funcionamiento y abandono de la villa; el paleosuelo; y por último, la roca base o duna base.
Esta secuencia estratigráfica se puede apreciar perfectamente en la imagen que ilustra este comentario: con una buena potencia de profundidad, vemos una primera duna reciente de color blazquecino; sellada por unos cantos rodados tenemos una capa de arena más oscura, luego el paleosuelo y para terminar, la roca base de tonalidad amarillenta. Dicho de otro modo. Vemos perfectamente el suelo primitivo, el nivel en que funcionaba la villa y luego tenemos la duna que cubrió el yacimiento cuando éste ya estaba abandonado y destruído. Como curiosidad mencionar, que al lado de los cantos roados, que corresponderían a l playa primitiva que estaba cerca de la villa, se localizó una moneda romana de bronce del siglo IV después de Jesucristro. Posiblemente una pérdida o descuido involuntario de un habitante de la mansión, que al ser recuperada por nosotros luego de tanto tiempo, nos conecta con la vida cotidiana de ese momento.
martes, 8 de septiembre de 2009
DE CASTRO A VILLA ROMANA TAMBIÉN EN ALCABRE
Lo que puede que el visitante ignore. es que al otro extremo de la playa de "O Cocho", que así se denomina el pequeño arenal que se extiende a sus pies, en dirección norte, se localizó hace ya tiempo, una villa romana, en la denominada "Punta Borralleiro", de la que se pudo documentar un esquina de una edificación con buenos sillares y hasta restos de una pileta de salazón, así como diversos material cerámico romano que data este enclave hacia el siglo III-IV después de Cristo, aproximadamente.
No deja de sorprender la semejanza con lo acontecido, en Oia, con el castro de la isla de Toralla y la villa del mismo nombre, ya en tierra firme. Los castros son muy similares en todas sus características fundamentales: igual tipo de construcción; materiales cerámicos indígenas e importados del sur con muchos paralelismos;... y fueron abandonados hacia el cambio de era. Las villas, situadas cercanas a los mismos ( ahí que pensar que la isla de Toralla, en aquel entonces, estaba más unida al litoral que ahora ), presentan también muchas características en común, a pesar de que la encontrada en Alcabre, al no ser objeto de nuevas excavaciones arqueológicas, la información sobre la misma es más escasa: igual tipo de sistema constructivo; materiales cerámicos iguales;...
Podemos ver como existe un abandono de un poblado que posiblemente ya perdío la función para el que fue concebido y el nacimiento de un nuevo tipo de asentamiento desconocido en nuestra zona, como son las villas romanas, con sistemas de producción ecónomicas más complejos, como es el caso, de las salinas en Toralla y la fabricación de salazón en Alcabre aunque mantendrán la economía agropecuaria como su principal fuente de riqueza.
Y para finalizar esta pequeña reflexión en voz alta, acordarnos de la existencia de una necrópolis en la isla de Toralla, que con toda claridad podemos documentar que posee la misma cronología que la villa o dicho de otro modo, que fue utilizada en los tiempos que duró la vida en la villa y en Alcabre poseemos noticias vagas que en una zona cercana al castro, fueron encontrados enterramientos, que bien podrían pertenecer a la necrópolis de los habitantes de la villa que se encuentra en el otro extremo.
Pienso que no sólo para un arqueólogo es importante el dato de esos enterramientos posteriores en poblados abandonados por los antiguos habitantes de los mismos, con nuevas creencias y ritos funerarios, sino sobretodo para los etnógrafos y etnólogos, así como para cualquier investigador de las antiguas religiones, el poder comprobar esta circunstancia y darle una explicación convincente, que nos pueda acercar más a conocer el pensamiento de nuestros antepasados, pues es esa la verdadera razón y objetivo de esta ciencia y no sólo el documentar (como un notario) el hallazgo de los restos arqueológicos que vayan apareciendo,...
Nota.- En la fotografía inferior, restos de las construcciones castreñas de "Punta do Muiño do Vento" y abajo, parte de la villa romana de "Punta Borralleiro" ( hoy tapada ), que se encuentran cada uno de ellos, en los extremos, de la playa de "O Cocho" en Alcabre.
jueves, 3 de septiembre de 2009
VIVIENDAS PARA DURAR SIGLOS EN EL CASTRO DE VIGO
Pero el tema es más lógico y tiene su explicación. Primero no todas las construcciones que vemos en un castro corresponden a casas, si no que pueden tratarse de almacenes o silos, que poseen muros altos para evitar la entrada de animales y tener mejor ventilación y que poseían la entrada en la parte superior de los mismos, como podemos constatar en otras culturas y civilizaciones. Pero a la hora de tener documentada una casa ( pues en su interior hemos encontrado, por ejemplo, su hogar,..) el problemas de los altos muros y la no existencia de un hueco para la entrada a la misma, tenemos que resolverlo de otra forma y con otro planteamiento: lo que estamos viendo son los cimientos de las casas y no sus paredes. Luego de esos potentes cimientos, nos vendría, en la parte superior de los mismos, el piso o pavimento de funcionamiento u ocupación de la misma, con su correspondiente hogar, huecos de poste en ocasiones,...
Todo ello lo tenemos bien reflejado en la mayoría de las casas localizadas en el castro de Vigo. Sobre todo en el período de mayor apogeo o esplendor que se dará desde el siglo I antes de Jesucristo al I después de Jesucristo, estas viviendas de planta circular o elíptica, poseerán profundos cimientos, que llegarán a la roca base del monte, procurando darle a la misma, una mayor estabilidad y resistencia al paso del tiempo. No se construye para unos años sino para unos cuanto siglos.
Lo podemos ver graficamente en la fotografía que aparece reproducida en la cabecera de este comentario y que nos muestra los restos de una vivienda de planta elíptica con un pequeño anexo, situado en su entrada, localizada en una de las campañas realizadas en la zona a mediados de los 80 del siglo pasado . Lo que tenemos en la parte central de la casa, es el hogar o "lareira", que nos viene definido por un espacio rectangular, formado por piedras hincadas y conservando la arcilla endurecida al fuego en su interior. Este hogar estaba sobre un pavimento que fue retirado para excavar los cimientos. Y estos cimientos son los que ven en primer plano, pues si analizan la altura del hogar y también los restos de la roca base al fondo, llegamos a esa conclusión. El buen acabado del aparejo nos plantea eso si otra cuestión: ¿estaban estos cimientos tapados por tierra o no estaban ocultos y se podían ver perfectamente, aunque correspondiesen a los cimientos de la casa?. Creo que esta pregunta tiene diferentes respuestas que sólo las dan cuando se están realizando las excavaciones arqueológicas. Un tema a considerar y a tener muy en cuenta para decidirse por una respuesta u otra, son los desniveles que pueden general estos "cimientos visible", que dependiendo de su situación, dentro del poblado estaría o no ocultos.
Para acabar una pequeña reflexión, que va pareja a estos potentes cimientos: ¿ y los muros de las casas donde están?. La respuesta es bastante bien sencilla: al ser abandonado el poblado, las casas se van desmoronándose con el tiempo y al final, sobre el piso de las mismas se han acumulado las piedras procedentes del derrumbe de los citados muros. Y tenemos entonces, que el poblado se convierte en una "extraordinaria y abundante cantera" ya con la piedra cortada y lista para transportar y hacer nuevas construcciones. Luego de despojar el pavimento de todas las piedras de los muros, estos continúan hacia los cimientos, pero para sacar esa piedra es más complejo, pues hay que cavar una zanja y por ello, se van a la siguiente casa a por la piedra....Y luego de muchos siglos llegan los arqueólogos que lo máximo que van a encontrar, con suerte, las últimas hiladas de los muros, el piso y por debajo, los cimientos milenarios.
miércoles, 12 de agosto de 2009
DEBAJO DE LAS CASAS ACTUALES, VIVIENDAS DE HACE DOS MIL AÑOS: EL CASTRO DE LA ISLA DE TORALLA
Ya en 1990, llevé a cabo una excavación de urgencia en una parcela en la que se había ya levandado, hacia un lado, la planta de la vivienda unifamiliar. En lo que restaba de terreno, se pudo localizar, en muy buen estado de conservación, tres viviendas castreñas de planta circular. Luego de finalizar las tareas de excavación, se procedió a tapar de nuevo lo localizado, tomando las medidas de protección estipuladas,...
Unos años más tarde, cerca de la mencionada zona, se volvió a excavar también obtención muy buenos resultados: nuevas viviendas, parte de la muralla,...Y también se volvió a tapar lo encontrado.
Hace tan sólo unos meses, la arqueóloga Rosa María Pereira Muñoz, al realizar unos sondeos arqueológicos en una vivienda unifamiliar, que querían reformar y para ello era preciso la realización de los mismos, según la legislación vigente sobre la materia, en una de dichas catas arqueológicas, justo dentro de la casa, al levantar uno de los pavimentos de una de las habitaciones, en uno de ellos se localizó un construcción pétrea de un muro curvo, perteneciente sin duda a otra vivienda castreña, en muy buen estado de conservación. Luego, como en las otras ocasiones, se volvió a tapar,.. y a esperar lo que se decidía con el tema.
Todo ello, nos demuestra, que aún viendo como podemos ver, la zona del castro de la isla de Toralla, plagada de construcciones modernas, debajo de las mismas, en la mayoría de los casos, aún están las casas castreñas aguardando que sean desenterradas y descifrar mil mundos por descubrir que en la actualidad están tapados por capas de hormigón.
Parodiando aquella frase del mayo del 68 francés ( que decía que " debajo de los adoquines está la arena de la playa"), aquí podemos decir que debajo de la desmesura urbanización de la que fuera una paradisíaca isla, aún existen construcciones que nos hablan de como era aquel lugar hace más de dos mil años. Esto es, que por debajo de las casas actuales, están las antiguas y en éstas aún nos están aguardando recuerdos de otros tiempos,...
Quiero acabar este breve y nostálgico comentario ( mi Tesis de Licenciatura trató sobre la isla de Toralla), recordando una frase de Alejo Carpentier, en su extraordinaria novela etnográfica, " Los pasos perdidos" que siempre tuve en mente a lo largo de mi mis más de 20 años excavando yacimientos arqueológicos: "Los mundos nuevos tienen que ser vividos, antes que explicados"
Nota.- Ilustran este breve comentario, una fotografía de una de las viviendas localizadas en 1990, y en la otra, podemos ver el muro castreño localizado hace unos meses, en la excavación llevada a cabo por la arqueóloga Rosa María Pereira Muñoz, autora de dicha instantánea. Todo en la actualidad, está tapado. Antes de finalizar, quiero agradecer a la citada arqueóloga su colaboración desinteresada, permitiendome ver "in situ" la excavación, aportarme datos y dejarme publicar aquí la mencionada fotografía del sondeo.
viernes, 15 de mayo de 2009
MUNDO INDÍGENA Y ROMANO EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE TUI. UN AVANCE ( y XIII )
BIBLIOGRAFÍA
A continuación se darán una serie de referencias bibliográficas, tanto generales como más centradas en el área geográfica de este estudio, para las personas interesadas en adentrarse más en el tema objeto del presente artículo.
No hemos incluido en este listado, los estudios realizados arqueológicos en nuestra área de estudio, que si bien están presentados a la autoridad competente en la materia, no están publicados y no pueden ser fácilmente consultados. Por desgracia tenemos que dejar constancia aquí, que dichos estudios de valoración son muy numerosos y aportarán en su día, interesantes novedades sobre el tema que nos ocupa.
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Nota.- Para finalizar este estudio arqueológico, que hemos presentado a lo largo de los últimos comentarios en este blog, una imagen de una de las labras castreñas que pueden admirarse en el museo monográfico del poblado galaico-romano de Santa Tegra (A Guardia).