VILLA ROMANA DE RÍOS (Teis)
La última villa-factoría, que poseemos en el litoral del Val do Fragoso, luego de pasar el núcleo de lo que podríamos denominar Vicus Heleni, se trata de la localizada en el lugar de Ríos en la parroquia de Teis. A continuación procedemos a describir brevemente los datos que poseemos sobre la misma:
En el año 1962, se daba la noticia del hallazgo de una serie de muros, además de tégulas y ladrillos romanos en la zona de Ríos (Teis). El material rescatado por aquel entonces es bastante significativo y apunta sin lugar a dudas a la existencia de una villa-factoría en la zona, dichos elementos constructivos son los siguientes: seis fustes de columnas, uno de los cuales tiene unas medidas de
Años más tarde y hacia la misma zona son localizados diferentes muros, algunos de ellos abovedados, que nos hacen pensar en posibles hornos romanos al lado de numerosos restos cerámicos de época tardorromana. Por el tipo de materiales y la proximidad de este punto con el mencionado anteriormente, nos hace apuntar que pueda tratarse del mimo yacimiento arqueológico, pues desconocemos las dimensiones reales del primero. Si no fuera así, habría que contabilizar otra villa en esta área geográfica, que posee un extraordinaria situación geográfica.
OTROS HALLAZGOS, OTRAS POSIBLES VILLAS
Si hasta ahora hemos mencionado, las villas romanos de las que tenemos constancia real de las mismas, por los hallazgos arqueológicos realizadas en ellas o por la realización de excavaciones que han puesto al descubierto diferentes estructuras pétreas, poseemos otras referencias bibliográficas y nuevas intervenciones arqueológicas puntuales, que nos pueden estar ilustrando de otros posibles asentamiento o villae, en otras partes del término municipal de Vigo.
Así, siguiendo en la costa, poseemos los hallazgos ubicados en la zona de la intersección de la calle Marqués de Valterra con la de Juan Ramón Jiménez, que nos han aportado desde restos constructivos descontextualizados, como una gran basa y columnas, ha materiales cerámicos y metálicos, sobresaliendo de todos, una moneda romana de oro ( un “solidus”) del emperador Contantino III, en cuyo anverso podemos contemplar el busto del citado emperador mirando a la derecha y portando una diadema de perlas y rosetas y en su reverso, se ve la figura del emperador victorioso, apoyado en una columna, sosteniendo con la mano izquierda un globo y pisando a un prisionero que desde el suelo lo está mirando.
Posiblemente ligado a este asentamiento podría estar vinculados los hallazgos de construcciones y materiales cerámicos diversos, localizados en la calle de Conde de Torrecedeira, a la misma altura, pero en la parte superior de la intersección de las dos calles primeras.
Todo ello nos estaría dando unas grandes dimensiones para este yacimiento romano, que a tenor de los materiales arqueológicos recuperados, podríamos fechar hacia los siglos III-IV después de Jesucristo, como siendo habitual en este tipo de emplazamiento romanos.
Quiero dejar constancia aquí, que tanto las grandes medidas de la base pétrea localizada, como su pueda elaboración, así como la situación geográfica en que se encuentra, nos hace pensar que pudiera proceder de un edifico público, a las afueras del núcleo urbano ( un templo?) o bien que correspondan a una villa romana de gran importancia, que tendría una arquitectura de mayores dimensiones, si la comparamos con las que poseemos en las inmediaciones, como Toralla.
También ligada al litoral estaría el hallazgo de la gran cantidad de tégulas, encontradas en la calle Alfolíes, en Bouzas. Esta zona necesitaría una intervención pata determinar el tipo de yacimiento a que corresponden las mismas…
Pero dejando la costa, también poseemos evidencias claras de otros asentamientos romanos:
El primero lo podemos ubicar en el denominado “Monte da Pomba” en Bembrive, en cuyos alrededores fueron encontrados diversos materiales cerámicos romanos y hasta alguna “tesela” que nos estaría hablando de la existencia de un posible mosaico en la zona,…
El segundo no tenemos debidamente conocidas sus dimensiones y si se trata de uno muy extenso o varios. Me refiero en primer lugar, al hallazgo de un fragmento de tapadera romana decorada, muy similar a las parecidas en las primeras excavaciones arqueológicas realizadas en la calle del Hospital y datable hacia el siglo IV-V después de Jesucristo, que apareció hace ya bastantes años al hacer una zanja en la calle González Sierra, cerca de la plaza de Traviesas, según nos lo comentó el antiguo cronista de la ciudad y buen amigo, D. Xosé María Álvarez Blázquez, que la recogió y la llevó al museo de Castrelos.
En esta área, aunque algo alejado de la misma, poseemos la referencia del hallazgo de gran cantidad de tégulas en la zona de Balaídos, que necesitaría una mayor investigación. También, aunque más alejado todavía, está el hallazgo de tégulas en Tallarín, en Matamá.
Para finalizar, tenemos ya hacía la zona del centro, pero en la parte alta de la misma, la referencia bibliográfica del hallazgo de una ánfora con “grafitti”, en el desmonte de la antigua estación de Renfe.
CONSECUENCIAS Y TRABAJOS FUTUROS
A la hora de valorar el hábitat romano de los siglos III al IV después de Jesucristo en el Val do Fragoso, aparte de las villas-factorías, que están en funcionamiento en ese marco cronológico, tenemos que remarcar el papel primordial que va a jugar el incipiente núcleo urbano de Vigo (denominado Vicus Heleni), como emporio comercial que estará íntimamente ligado a las villas por medio de las transacciones comerciales que se realicen en el mismo.
Así tenemos que las villas estudiadas vienen a ser zonas residenciales y de trabajo de gente potentada, que aparte de los trabajos agropecuarios que puedan realizarse en las mismas, con vistas al autoabastecimiento, debe de iniciarse la industria salazonera que muy posiblemente está ligada con la exportación de productos alimenticios a otras zonas del imperio. Dicho comercio les reportaría a los propietarios de dichas villas grandes beneficios que quedarían reflejados en el lujo del que vivían rodeados en sus mansiones, a juzgar por los hallazgos arqueológicos de dichas piezas de importación.
Ya fuera de nuestro término municipal hacia el sur tenemos otras o un núcleo habitacional mayor, en Panxón y Monteferro (Nigrán) y hacia el norte, la villa de Cedeira (Redondela) que dio interesantes restos constructivos y materiales arqueológicos.
Termino estos comentario sobre las villas romanas de Vigo, deseando que pronto se emprendan nuevas actuaciones arqueológicas que nos puedan ofrecer una catalogación más completa de la existente en la actualidad y para ello es necesario que se lleven a cabo prospecciones arqueológicas por todo el término municipal susceptible de que puedan poseer más asentamientos de este tipo y realizar excavaciones arqueológicas en los puntos que ya conociendo que son villas o asentamientos romanos, sabemos muy poco de ellos y su contexto.
Nota.- Acompañan a este comenetario las siguientes imágenes: pila olearia y fustes de columnas de la villa romana de Ríos (Teis), que en la actualidad pueden verse en los jardines de entrada al pazo-museo de Castrelos; los tres ladrillos con posibles signos zodiacales del mismo yacimiento; y el anverso y reverso de la moneda romana de oro del emperador Constantino III, localizada en las excavaciones realizadas en la confluencia de las calles Marqués de Torrecedeira con Juan Ramón Jiménez.