LA COCINA DE LA CASA
Esta estancia de la casa ( "Culina", en latín), también se pudo documentar en uno de los sondeos llevados a cabo en la campaña de 1992, concretamente al ser excavado el sondeo número 20. Al igual que los realizados cerca del mismo, la estratigrafía nos ofrece el nivel de abandono y ocupación sellado por la duna reciente formada al ser deshabitada esta zona. En la fotografía superior lo podemos ver claro. Luego tenemos un muro que lo corta en dirección norte-sur y en su zona interna, hacia el extremo sur se pudo observar que sobre el piso existente, hacia un hogar formados por piedras hincadas y ladrillos en su interior, todo ello con muestras de haber estado expuesto al fuego de forma continuada. Sobre el mismo, se localizó una basa de columna de granito y la parte inferior de un molino circular, éste ya en un nivel de abandono.
Ya en la campaña siguiente, de 1993-94, se pudo excavar la totalidad de esta estancia de la villa.
Esta "culina" o cocina nos viene dada por la presencia de un hogar, en torno al cual se localizaron tres basas de columnas, que suponemos servirían de sustento a algún tipo de cubrición existente sobre el citado hogar. Tenemos otro hogar pero de menor importancia. En cuanto a materiales arqueológicos recogidos, podemos señalar que se localizaron gran cantidad de cenizas, que procedían del fuego encendido sobre el citado elemento y entre ellas, gran cantidad de frgamentos de carámica común romana, utilizada normalmente para funciones culinarias.
Esta habitación o estancia es la situada más hacia el poniente y es la más pequeña e todo el edifico, con una superficie de 16 metros cuadrados, teniendo pues unos 5,9 metros de largo por unos 2,7 metros de ancho. Tiene pues, forma rectángular, con una entrada hacia el norte que viene dada por dos tizones que bien pudieran ser los que sostuvieran un umbral ahora inexistente. Podría poseer otra entrada en el lado opuesto, pero no ha llegado hasta nosotros.
Los dos hogares documentados, están ambos pegados al muro occidental, el primero hacia el norte tiene forma cuadrada y está construído con cuatro ladrillos refractarios, unidos con argamasa, de 41 x 29 x 6 centímetros, cada uno de ellos, delimitados por un reborde de ladrillos y lajas de granito por tres de sus lados, adosado al muro este hogar se remata con unas losas planas y ladrillo cuadrado, mostrando tood el conjunto signos evidentes de fuego, pudiéndose deducir que fue expuesto al fuego durante un tiempo muy prolongado( ver fotografía ). Asociadas a este hogar, como dijimos anteriormente, se localizaron tres basas de columnas realizadas en granito todas ellas, dos de ellas estaban situadas en frente y la tercera un metro hacia el suroeste quedando desplazada de la línea formada por las otras dos.
El segundo hogar, en peor estado de conservación que el anterior, está pegado a los muros oeste y sur de la estancia, formando por un cerco de piedras cuadrangular que delimitan una mancha de arcilla endurecida por el fuego en la que se pudieron rcoger abundantes restos de carbones, en las inmediaciones de este segundo hogar existen dos agujeros o huecos de poste, en los cuales se pudieron encontrar cuñas de tégula con el fin de sujetar mejor, no obstante los postes no se conservaban.
Por los datos expuestos, podríamos no estar ante la cocina principal de la villa, pues parece que el lugar en que se encuentra está bastante alejada a la zona ocupada por los propietarios y ésta como apenas a llegado hasta nosotros, nos queda la duda. Además hay que señalar que fueron localizados dos hogares más, muy similares entre si, uno en una habitación cerca del corredor y otro, en un posible nuevo edificio, hacia l sur. Estaríamos pues, delante de la cocina del personal doméstico de la villa.
lunes, 26 de octubre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (IV)
UN EDIFICO CON BUENOS SILLARES
Aún sufriendo un deterioro notable esta villa al ser abandonada, conserva en algunas partes de su estructura original, buenos sillares que nos hablan de la importancia del mismo. Hay que dejar constancia que estas buenos ejemplares de piedras perfectamentes trabajadas por cantero con pico de hierro ( como el que se localizó en los primeros hallazgos y que en la actualidad está en poder de la familia Sobrino Mirambell, al igual que otras piezas, como un capitel corintio, un anillo, vidrios, cerámicas,..), pudieron llegar hasta nosotros y no fueron arrancadas de su sitio, como les paso a la mayoría de estos materiales de construcción, debido a que formaban parte de los cimientos del edificio y el arrasamiento mayor lo sufrieron las paredes y piezas que eran visibles a simpre vista en el derrumbe posterior de esta estructura producido hacia finales del siglo V después de Jesucristo.
Ya en dos de los sondeos arqueológicos realizados en 1992, pudimos observar algunos de estos magníficos sillares. Así tenemos que el sondeo 58, se dejó al descubierto una de las esquinas del edificio de la villa romana, que nos venía dado por un gran sillar rectángular que sobresale del aparejo regular del muro en si, posiblemente para reforzar la estructura por este sitio. Se vió perfectamente la zanja de construcción del muro y el rebaje de la roca base para asentar los cimientos del mismo. Señalar como existe una piedra rectangular colocada entre la roca base rebajada y el sillar que comentamos, para darle más consistencia a este punto. Ver la fotografía inferior.
Por otro lado, en el sondeo 10, ya dentro del edificio, en lo que pudimos luego identificar como la "cella penaria " o lo que es lo mismo la despensa de la casa, hacia el sur del mismo, se localizó un gran bloque de granito trabajado a pico, horizontal al suelo, sostenido por unas pequeñas pero gruesas pilastras del mismo material. El nivel de funcionamiento de la estancia nos venía documentado por un piso irregular formado por ladrillos cuadrados ( bessales). Encima del mismo, se recogieron grandes cantidades de ladrillos del mismo tipo y tégulas. En el este momento, nos parecía estar contemplando lo que sería el "praefurnium" o entrada del aire caliente para la zona del hipocausto, pero la excavación posterior, nos hizo desechar en parte la idea. Digo en parte, porque si estaba bien documentado el "praefurnio" de las termas que llegaron a funcionar en la casa que llego hasta nosotros, la estructura que formaba parte este gran bloque ( que resulto poseer una bella decoración geométrica, al ser excavado por su zona sur), podría corresponder a otro "praefurnium", que daría paso a un "hipocaustum" que no llegó a construirse y cuya entrada fue cegada, dejando el dintel a nivel del piso. Podemos ver un detalle de esta curiosa pieza en la foto
superior.
Luego de la excavación total de todas las estancias que configuran esta villa, podemos decir que los muros de este edificio están realizados en maposteria irreegular de granito, sus paramentos externos estám muy bien trabajados y en los puntos claves de la construcción existen o han existido grandes sillares de granito.
Los muros tienen un grosor medio de 50 centímetros y en algunos de estos paramentos se ha podido constatar la presencia de tizones, esto es, grandes piedras alargadas que atravieran los muros transversalmente sobresaliendo a ambos lados y que sirven para repartir el peso de la construcción. Está práctica constructiva es muy bien conocida en el mundo romano y se le denomina de "soga y tizón".
Los sillares de granito están labrados con almohadillado más o menos pronunciados, en algunos casos apenas se nota este realce y en otros es muy patente, reforzándolo incluso con motivos incisos reticulados, como es la caso que presentamos en la segunda fotografía.
Para finalizar mencionaremos que siempre se va a proceder de la misma forma constructiva: Primero en la cimentación se coloca un sillar en vertical sobre el que irá otro en horizontal, perte de este sillar que sobresale del anterior lo hace en dirección al muro y a partir de aquí se irán alternando los bloques a la derecha e izquierda del eje marcado por el sillar base colocado en vertical.
Aún sufriendo un deterioro notable esta villa al ser abandonada, conserva en algunas partes de su estructura original, buenos sillares que nos hablan de la importancia del mismo. Hay que dejar constancia que estas buenos ejemplares de piedras perfectamentes trabajadas por cantero con pico de hierro ( como el que se localizó en los primeros hallazgos y que en la actualidad está en poder de la familia Sobrino Mirambell, al igual que otras piezas, como un capitel corintio, un anillo, vidrios, cerámicas,..), pudieron llegar hasta nosotros y no fueron arrancadas de su sitio, como les paso a la mayoría de estos materiales de construcción, debido a que formaban parte de los cimientos del edificio y el arrasamiento mayor lo sufrieron las paredes y piezas que eran visibles a simpre vista en el derrumbe posterior de esta estructura producido hacia finales del siglo V después de Jesucristo.
Ya en dos de los sondeos arqueológicos realizados en 1992, pudimos observar algunos de estos magníficos sillares. Así tenemos que el sondeo 58, se dejó al descubierto una de las esquinas del edificio de la villa romana, que nos venía dado por un gran sillar rectángular que sobresale del aparejo regular del muro en si, posiblemente para reforzar la estructura por este sitio. Se vió perfectamente la zanja de construcción del muro y el rebaje de la roca base para asentar los cimientos del mismo. Señalar como existe una piedra rectangular colocada entre la roca base rebajada y el sillar que comentamos, para darle más consistencia a este punto. Ver la fotografía inferior.
Por otro lado, en el sondeo 10, ya dentro del edificio, en lo que pudimos luego identificar como la "cella penaria " o lo que es lo mismo la despensa de la casa, hacia el sur del mismo, se localizó un gran bloque de granito trabajado a pico, horizontal al suelo, sostenido por unas pequeñas pero gruesas pilastras del mismo material. El nivel de funcionamiento de la estancia nos venía documentado por un piso irregular formado por ladrillos cuadrados ( bessales). Encima del mismo, se recogieron grandes cantidades de ladrillos del mismo tipo y tégulas. En el este momento, nos parecía estar contemplando lo que sería el "praefurnium" o entrada del aire caliente para la zona del hipocausto, pero la excavación posterior, nos hizo desechar en parte la idea. Digo en parte, porque si estaba bien documentado el "praefurnio" de las termas que llegaron a funcionar en la casa que llego hasta nosotros, la estructura que formaba parte este gran bloque ( que resulto poseer una bella decoración geométrica, al ser excavado por su zona sur), podría corresponder a otro "praefurnium", que daría paso a un "hipocaustum" que no llegó a construirse y cuya entrada fue cegada, dejando el dintel a nivel del piso. Podemos ver un detalle de esta curiosa pieza en la foto
superior.
Luego de la excavación total de todas las estancias que configuran esta villa, podemos decir que los muros de este edificio están realizados en maposteria irreegular de granito, sus paramentos externos estám muy bien trabajados y en los puntos claves de la construcción existen o han existido grandes sillares de granito.
Los muros tienen un grosor medio de 50 centímetros y en algunos de estos paramentos se ha podido constatar la presencia de tizones, esto es, grandes piedras alargadas que atravieran los muros transversalmente sobresaliendo a ambos lados y que sirven para repartir el peso de la construcción. Está práctica constructiva es muy bien conocida en el mundo romano y se le denomina de "soga y tizón".
Los sillares de granito están labrados con almohadillado más o menos pronunciados, en algunos casos apenas se nota este realce y en otros es muy patente, reforzándolo incluso con motivos incisos reticulados, como es la caso que presentamos en la segunda fotografía.
Para finalizar mencionaremos que siempre se va a proceder de la misma forma constructiva: Primero en la cimentación se coloca un sillar en vertical sobre el que irá otro en horizontal, perte de este sillar que sobresale del anterior lo hace en dirección al muro y a partir de aquí se irán alternando los bloques a la derecha e izquierda del eje marcado por el sillar base colocado en vertical.
viernes, 16 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (III)
EL MOSAICO
En el sondeo arqueológico número 67, de la campaña de 1992, se tuvo la fortuna de encontrar el primer fragmento de mosaico, que nos certificaba la existencia de una termas en esta villa. En esta cata arqueológica, se localizo un pequeño fragmento de mosaico bicolor ( blanco y negro) que nos presentaba un motivo que nos recordabaa un trébol de cuatro hojas. Por los hallazgos constructivos ( sobretodo de ladrillos dentados ) producidos en este sondeo, estaríamos en una estancia y¡termal que poseía una bóveda hueca formada por ladrillos y tégulas. En la fotografía, el momento de la localización del citado fragmento.
Gracias a la recuperación de numerosos fragmentos más de mosaico en las campañas arqueológicas siguientes, podemos decir que las termas poseían un mosaico polícromo y bicromo, de diferentes temáticas. El estado de conservación era muy malo, debido que estaba muy fragmentado y mezclado totalmente con partes del derrumbe de la "suspensaurae" del hipocausto. Además, las condiciones de acidez de la tierra y humedades diversas, habían contribuído a la disgregación de los morteros e incluso de alguna "tesela". Había que añadir a estos nefastos factores, la existencia de una fase de expolio de esta parte del edifico con posterioridad al abancono del mismo, que ha motivado que hayan aparecido fragmentos de mosaico por toda el área del "hipocastum" y "praefurnium". Los fragmentos del mosaico aparecían indistintamente hacia arriba o hacia abajo, dificultando en este caso el proceso extractivo del mismo. El mosaico se hallada compuesto por teselas generalmente cuadradas, tienen una dimensión de un centímetro cuadrado aproximadamente, excepcionalmente son mayores, alcanzando los 2,5 centímetros cuadrados, corrrespondiendo en este caso con la unión del suelo con el zócalo de la pared.
Los colores observados son basicamente cuatro: blanco, gris oscuro azulado, rojo y amarillo.Los materiales de donde se extraen las diferentes teselas de colores son en general de piedra caliza para el teselado y fragmentos de ladrillo para el remate perimetral.
Las teselas, según se pudo observar en algún fragmento, descansan directamente sobre un lecho de cal de grano fino y a continuación una argamasa roja.
Respecto a la temática del mosaico, se puede señalar que no se han encontrado escenas figuradas, únicamente contornos con cenefas hechas a base de "nudos de Salomón", ocho entrelazados, cadenetas, etc...También se pudieron detectar motivos vegetales que estarían encuadrados dentro de estas cenefas, destacando una forma de planta alanceolada, una rama estilizada rematada en semicírculo o la posible representación de una seta,...
Podemos decir para terminar, que nos encontramos frente a un mosaico de motivos geométricos y vegetales, no documentandosé motivos antropomorficos ni animalísticos.
Por todo ello, y concidiendo con el análisis de los otros materiales arqueológicos localizados, estaríamos ante un mosaico que podríamos datar entre el siglo IV-V de nuestra era.
En el sondeo arqueológico número 67, de la campaña de 1992, se tuvo la fortuna de encontrar el primer fragmento de mosaico, que nos certificaba la existencia de una termas en esta villa. En esta cata arqueológica, se localizo un pequeño fragmento de mosaico bicolor ( blanco y negro) que nos presentaba un motivo que nos recordabaa un trébol de cuatro hojas. Por los hallazgos constructivos ( sobretodo de ladrillos dentados ) producidos en este sondeo, estaríamos en una estancia y¡termal que poseía una bóveda hueca formada por ladrillos y tégulas. En la fotografía, el momento de la localización del citado fragmento.
Gracias a la recuperación de numerosos fragmentos más de mosaico en las campañas arqueológicas siguientes, podemos decir que las termas poseían un mosaico polícromo y bicromo, de diferentes temáticas. El estado de conservación era muy malo, debido que estaba muy fragmentado y mezclado totalmente con partes del derrumbe de la "suspensaurae" del hipocausto. Además, las condiciones de acidez de la tierra y humedades diversas, habían contribuído a la disgregación de los morteros e incluso de alguna "tesela". Había que añadir a estos nefastos factores, la existencia de una fase de expolio de esta parte del edifico con posterioridad al abancono del mismo, que ha motivado que hayan aparecido fragmentos de mosaico por toda el área del "hipocastum" y "praefurnium". Los fragmentos del mosaico aparecían indistintamente hacia arriba o hacia abajo, dificultando en este caso el proceso extractivo del mismo. El mosaico se hallada compuesto por teselas generalmente cuadradas, tienen una dimensión de un centímetro cuadrado aproximadamente, excepcionalmente son mayores, alcanzando los 2,5 centímetros cuadrados, corrrespondiendo en este caso con la unión del suelo con el zócalo de la pared.
Los colores observados son basicamente cuatro: blanco, gris oscuro azulado, rojo y amarillo.Los materiales de donde se extraen las diferentes teselas de colores son en general de piedra caliza para el teselado y fragmentos de ladrillo para el remate perimetral.
Las teselas, según se pudo observar en algún fragmento, descansan directamente sobre un lecho de cal de grano fino y a continuación una argamasa roja.
Respecto a la temática del mosaico, se puede señalar que no se han encontrado escenas figuradas, únicamente contornos con cenefas hechas a base de "nudos de Salomón", ocho entrelazados, cadenetas, etc...También se pudieron detectar motivos vegetales que estarían encuadrados dentro de estas cenefas, destacando una forma de planta alanceolada, una rama estilizada rematada en semicírculo o la posible representación de una seta,...
Podemos decir para terminar, que nos encontramos frente a un mosaico de motivos geométricos y vegetales, no documentandosé motivos antropomorficos ni animalísticos.
Por todo ello, y concidiendo con el análisis de los otros materiales arqueológicos localizados, estaríamos ante un mosaico que podríamos datar entre el siglo IV-V de nuestra era.
miércoles, 14 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (II)
LA PRIMERA ENTRADA
Ya en la campaña arqueológica de 1992, a base de sondeos, dimos con la primera entrada o puerta a una de las estancias de lavilla. Fue en el sondeo 19 y corrrespondería al acceso a una de las estancias más grandes y principales de la casa, el llamado "oecus".
En las fotografías podemos ver el momento en que se localizó: en una primera fase, con el derrumbe de ladrillos y tejas, que la tapa en parte y en la segunda, ya una vez excavado totalmente el sondeo.
Podemos observar un gran losa de granito, que sirve de umbral de puerta de entrada con rebaje longitudinal, para el ajuste de la puerta de madera, que posee varias cuñas de piedra en su zanja de construcción por su parte externa para darle mayor consistencia a la construcción. A su lado, otra piedra granítica de planta rectnagular dispuesta verticalmente, con un orificio en su extremo interior, nos hace pensar que podía servir de gozne de dicha puerta. Por el Naciente, se introduce dicho umbral en el corte extratigráfico del sondeo y hacia el Poniente coninía el muro. Fueron muy abundantes los ladrillos localizados en la zona central del sondeo, que presentó la estratigrafía habitual en todo este yacidmiento: una primera capa o nivel revuelto; la duna reciente que sella el yacimiento en su momento de abandono y luego de ser fuertemente arrasado para el aprovechamiento de los materiales de construcción; el nivel de funcionamiento de la villa ( inicio y fin ); y el último nivel, es el relleno sobre el que se asiente el piso o pavimento de la estructura.
Fue la primera y podemos decir, que también la mejor entrada conservada que se localizó durante todas las excavaciones, debido al arrasamiento que sufrió este yacimiento arqueológico, al ser abandonado de forma pacífica, para el aprovechamiento de las piezas de construcción que servirían para otras edificaciones en ese momento. Logicamente las materiales que más se apreciaban y se llevaban eran los buenos sillares trabajados y se dejaba las piedras de muros poco elaboradas.
domingo, 11 de octubre de 2009
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA VILLA ROMANA DE TORALLA. IMÁGENES INÉDITAS COMENTADAS (I)
En varios comentarios que haremos en este blog, veremos unas imágenes de las excavaciones arqueológicas de la villa romana de Toralla, desde el 1992 al 1994, en las que se3 va a definir la importancia de este yacimiento y sacar a la luz, la mayor parte de este conjunto arqueológico. Con la visión de las fotografías correspondientes, todas realizadas en el momento de la excavación, se comentaran las mismas, aportando datos que nos ayuden a comprender más este interesante yacimiento romano vigués.
Empezamos pues, este recorrido visual comentado, con este breve comentario introductorio, al que seguirán, como ya dijimos, más, en días sucesivos.
LOS 67 SONDEOS ARQUEOLÓGICOS
En 1992, luego de recuperar la titularidad de la denominada "Finca Mirambell" en la que se encuentra la villa romana de Toralla (Oia), se realizarón las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas, que consistieron en la realización de 67 sondeos o catas, de 2 x 2 metros, repartidos por toda la superfcie mecnionada, para poder valorar debidamente la extensión real que ocupaba este yacimiento arqueológico, del que teniamos constancia por diversos restos constructivos y hallazgos arqueológicos, fruto del desenterramiento de parte de la villa por los antiguos habitantes de la finca.
De todos estos sondeos arqueológicos realizados, bajo la dirección del que suscribe estas líneas, podemos decir que muchos fueron totalmente "negativos", mostrándonos zonas totalmente estériles en cuanto a localización de material arqueológico. Los "positivos" correspondieron a los que nos proporcionaron tanto materiales arqueológicos en posición primaria como secundaria, así como estructuras. Dicha distinción, precisa si los restos fueron encontrados "in situ" o procedían de un lugar cercano y a nivel práctico, se diferenciaba basicamente en la cerámicas, si poseían aristas vivas de los fragmentos cerámicos o eran redondeadas.
La extratigrafía que se localizó siempre en los sondeos "positivos" fue la misma:
Un primer nivel revuelto con manto vegetal; luego una duna reciente; el nivel arqueológico, de funcionamiento y abandono de la villa; el paleosuelo; y por último, la roca base o duna base.
Esta secuencia estratigráfica se puede apreciar perfectamente en la imagen que ilustra este comentario: con una buena potencia de profundidad, vemos una primera duna reciente de color blazquecino; sellada por unos cantos rodados tenemos una capa de arena más oscura, luego el paleosuelo y para terminar, la roca base de tonalidad amarillenta. Dicho de otro modo. Vemos perfectamente el suelo primitivo, el nivel en que funcionaba la villa y luego tenemos la duna que cubrió el yacimiento cuando éste ya estaba abandonado y destruído. Como curiosidad mencionar, que al lado de los cantos roados, que corresponderían a l playa primitiva que estaba cerca de la villa, se localizó una moneda romana de bronce del siglo IV después de Jesucristro. Posiblemente una pérdida o descuido involuntario de un habitante de la mansión, que al ser recuperada por nosotros luego de tanto tiempo, nos conecta con la vida cotidiana de ese momento.
Empezamos pues, este recorrido visual comentado, con este breve comentario introductorio, al que seguirán, como ya dijimos, más, en días sucesivos.
LOS 67 SONDEOS ARQUEOLÓGICOS
En 1992, luego de recuperar la titularidad de la denominada "Finca Mirambell" en la que se encuentra la villa romana de Toralla (Oia), se realizarón las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas, que consistieron en la realización de 67 sondeos o catas, de 2 x 2 metros, repartidos por toda la superfcie mecnionada, para poder valorar debidamente la extensión real que ocupaba este yacimiento arqueológico, del que teniamos constancia por diversos restos constructivos y hallazgos arqueológicos, fruto del desenterramiento de parte de la villa por los antiguos habitantes de la finca.
De todos estos sondeos arqueológicos realizados, bajo la dirección del que suscribe estas líneas, podemos decir que muchos fueron totalmente "negativos", mostrándonos zonas totalmente estériles en cuanto a localización de material arqueológico. Los "positivos" correspondieron a los que nos proporcionaron tanto materiales arqueológicos en posición primaria como secundaria, así como estructuras. Dicha distinción, precisa si los restos fueron encontrados "in situ" o procedían de un lugar cercano y a nivel práctico, se diferenciaba basicamente en la cerámicas, si poseían aristas vivas de los fragmentos cerámicos o eran redondeadas.
La extratigrafía que se localizó siempre en los sondeos "positivos" fue la misma:
Un primer nivel revuelto con manto vegetal; luego una duna reciente; el nivel arqueológico, de funcionamiento y abandono de la villa; el paleosuelo; y por último, la roca base o duna base.
Esta secuencia estratigráfica se puede apreciar perfectamente en la imagen que ilustra este comentario: con una buena potencia de profundidad, vemos una primera duna reciente de color blazquecino; sellada por unos cantos rodados tenemos una capa de arena más oscura, luego el paleosuelo y para terminar, la roca base de tonalidad amarillenta. Dicho de otro modo. Vemos perfectamente el suelo primitivo, el nivel en que funcionaba la villa y luego tenemos la duna que cubrió el yacimiento cuando éste ya estaba abandonado y destruído. Como curiosidad mencionar, que al lado de los cantos roados, que corresponderían a l playa primitiva que estaba cerca de la villa, se localizó una moneda romana de bronce del siglo IV después de Jesucristro. Posiblemente una pérdida o descuido involuntario de un habitante de la mansión, que al ser recuperada por nosotros luego de tanto tiempo, nos conecta con la vida cotidiana de ese momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)