lunes, 13 de octubre de 2008

CONTACTOS ENTRE GALICIA Y EL MEDITERRÁNEO EN LA PREHISTORIA RECIENTE ( I )

Nuevos hallazgos arqueológicos en el territorio gallego y más concretamente en la comarca viguesa ( por ejemplo en el castro de Punta do Muiño, en Alcabre), ponen de manifiesto cada vez con más fuerza, los contactos existentes de nuestra zona geográfica con las costas que baña el Mediterráneo.
En 1995, en Cádiz, mi buen amigo y arqueólogo, D. Antonio de la Peña Santos y el que suscribe estas líneas, como únicos representas gallegos asistentes al IV Congreso internacional de estudios fenicios y púnicos, presentamos una comunicación titulada " Los contactos entre el área galaica y el Mediterráneo durante la prehistoria reciente", que fue publicada en las Actas del citado congreso( publicadas en el 2000), en su segundo tomo y en sus páginas 807 a 813.
Debido al interés que suscita este tema por la abundancia de nuevos hallazgos y noticias (aunque sean tan sólo periodísticas ) aparecidas en los últimos años, creo oportuno reproducir el citado trabajo, para las personas que estén interesadas en dicho tema y que no hayan podido acceder a las citadas actas.
A continuación y en los sucesivos comentarios de este blog y hasta que se complete la exposición completa del citado estudio, paso a realizar la reproducción del mismo, ilustrado con imágenes alusivas al tema:

Los contactos entre el área galaica y el Mediterráneo durante la prehistoria reciente

INTRODUCCIÓN

La historiografía tradicional gallega, fuertemente ideologizada desde posicionamientos más o menos próximos al nacionalismo, ha venido minimizando, hasta fechas muy recientes, toda relación entre el área galaica y el mundo mediterráneo en beneficio de postulados de corte más o menos difusionista dirigidos hacia los focos continentales y atlánticos. Tras estos postulados subyacían -y todavía subyacen- de manera más o menos consciente fundamentos ideológicos reaccionarios sustentados en la preeminencia de lo ario sobre lo semita. La utilización política del mito celtista como elemento legitimador y coexionador de la etnia gallega frente al resto de la Península, y su posterior "legalización histórica" por el grupo de eruditos de la "Xeneración Nós" -preferentemente Cuevillas- durante las décadas de los veinte y treinta, se nos antoja clave para comprender el desafecto de la práctica totalidad de los investigadores gallegos por los estudios mediterráneos y su denodado aunque impotente esfuerzo por encontrar similitudes culturales y materiales reales entre Galicia y los presuntos "países célticos".

Para colmo de males, las carencias metodológicas de la historiografía gallega no han podido ser subsanadas o mitigadas desde fuera de Galicia más que de manera muy esporádica. En tal sentido, la historiografía franquista no sólo no terminó con las veleidades celtistas gallegas sino que las potenció al hacer de los celtas -arios, naturalmente uno de los pueblos conformadores de la realidad hispánica (López Castro, 1995: 11). Todo ello ha supuesto, al menos por lo que a Galicia se refiere, un enorme corsé ideológico que sólo en fechas muy recientes y muy lentamente está comenzando a ser superado, aunque en relación con este último aspecto es preciso advertir que en Galicia, hoy por hoy, todo intento por acabar o simplemente dejar reducido a sus justos términos el presunto celtismo galaico es tarea extraordinariamente dificultosa que choca con numantinas resistencias desde los más variados ambientes, no sólo polí­ticos y culturales sino, por duro que resulte decirlo, desde ciertos departamentos universitarios.

Esta hipervaloración de lo céltico en detrimento de lo mediterráneo ha tenido consecuencias nefastas no sólo en el terreno ideológico propiamente dicho sino en el puramente técnico. Tal vez las más significativas de estas últi­mas sean algunas clamorosas carencias formativas en los investigadores gallegos; por poner un único ejemplo, sólo desde hace muy pocos años comienzan a poder ser identificados en el registro arqueológico de las excavaciones -anti­guas o modernas- materiales de filiación mediterránea, con lo que la perspectiva actual difiere radicalmente de la mantenida tradicionalmente, al menos en lo que respecta a las líneas de investigación libres de excesivos prejuicios ideológicos. La confusión entre cerámicas áticas y campanienses, cerámicas fenicias y romanas -sobre todo los frag­mentos de ánforas-, vidrios fenicios y romanos, etc., han sido un lugar común en la arqueología gallega hasta hace bien pocos años.

Como superación de la realidad tradicional, se va abriendo paso lentamente una corriente que pretende ana­lizar no sólo la existencia concreta de contactos con el Mediterráneo sino el papel que han podido desempeñar en el desarrollo socioeconómico de las tierras galaicas durante la prehistoria reciente; estos contactos se muestran a todas luces decisivos para comprender la etnogénesis galaica durante el último Milenio a.C. Nuestro punto de partida es el convencimiento, creemos que confirmado históricamente, de que las etapas de mayor desarrollo socioeconómico de las tierras galaicas coinciden sistemática y significativamente con épocas de apertura al exterior por medio de rutas marítimas que ponían en contacto estas tierras con las mediterráneas, algo palpable no sólo durante la prehistoria reciente sino que se convertirá en una constante hasta la era Moderna (Ferreira Priegue, 1988). Nuestra comunicación intentará resumir en lo posible las directrices esenciales de esta línea de investigación.

Nota.- En la fotografía, una imagen parcial de las excavaciones arqueológicas del castro de Punta do Muiño, en la parroquia viguesa de Alcabre, en donde se localizaron materiales cerámicos procedentes del Mediterráneo. No tan sólo se encontraron, restos que nos hablan de unas relaciones marítimas con dicha zona geográfica, sino que se localizaron "in situ" varios "cipos púnicos" ( también aparecido, uno al menos, en el castro de la isla de Toralla) , que nos adentran en la mentalidad de los habitantes del poblado. En la fotografía reproducida aquí, se pueden ver los citados "cipos" en la parte inferior de la misma.


2 comentarios:

carmiña dijo...

Muy interesante, para ser una introducción. ¿Todavía hay gente que piensa que las culturas no son como vasos comunicantes? Que lo que en un día se inició en un lugar puede incluso volverse de nuevo a sus orígenes despues de haber viajado años y kilometros ¿hay quien piensa que no existe el movimiento? ¿qué el hombre y su cultura son capaces de estar parados?

Mario dijo...

Me gustaría compartir con ustedes un trabajo que recientemente se ha publicado
SUMERIOS EN ANDALUCIA: UNA REVISIÓN A LA PREHISTORIA DEL MEDITERRANEO.
Como pueden suponer, la hipótesis pasa por admitir un contacto entre ambas cuencas mucho tiempo antes de los fenicios. Creo que hay bastantes pruebas y dudas sobre la prehistoria ibérica y mediterránea que encajarían a la perfección. POR supuesto que no estamos hablando de un fenómeno masivo, se trataría de un in crecendo desde incluso la misma llegada del neolítico (recuérdese el modelo dual actual que sustituyó al anterior "ola de avance).
Estaría encantado de enviarles un ejemplar, creo que sostienen, de algún modo, algo similar.
Sería todo un honor para mí. Muchas gracias
mariovicentemas@gmail.com