La etnografía es una de las ciencias auxiliares de la arqueología que más ayuda a ésta, a la hora de la realización de las prospecciones para la localización de nuevos yacimientos, en cuanto, por ejemplo, a través del floclore que rodea un lugar determinado, nos puede estar desvelando la existencia de yacimientos inéditos, ocultos a nuestra miradas en ocasiones, y que nos hablan de un pasado que ha quedado en el olvido. También la toponimia, en circunstancias relacionada a este folclore, es una ayuda muy importante para la citada localización de yacimientos arqueológicos desconocidos hasta el momento.
A continuación se presenta el folclore que hasta la actualidad se ha podido recoger en nuestra zona de estudio, queriendo dejar en claro que el mismo se está perdiendo y cada tiempo que pase, por el crecimiento de nuestra ciudad y sus características concretas ( vecinos que ya no frecuentan los montes en tareas agrícolas o ganaderas; habitantes procedentes de otras áreas geográficas, etc.,..) se irá perdiendo definitivamente. Urge por tanto la realización de estudios exhaustivos sobre este aspectos como otros muchos vinculados a la etnografía viguesa.
El folclore que ahora presentamos va desde el vinculados a monumentos megalíticos, a petroglifos y mayoritariamente a castros.
Sobre el alusivo a los primeros, tenemos el relativo al dolmen de "Casa dos Mouros" en Candeán, que nos hablan de los "mouros" como los que hicieron dicho monumentos o sencillamente que su época "es de tempo dos mouros". Más interesante es el que pudimos recoger en la cercana necrópolis de Monte Penide, ya en tierras de Redondela, pero posiblemente que formaban parte del gran conjunto funerario megalítico. Concretamente nos contaron que "los vecinos de San Xoán de Cabeiro, antes de tener iglesia parroquial y disponer de su cementerio propio, llevaban sus muertos a enterrar a San Vicente de Tasmañó a través del monte Penide, por la pista forestal que comunica hoy día ambas parroquias, camino que atraviesa integramente el conjunto funerario megalítico y precisamnete allí, para ser más precisos, a la altura de A Mámoa do Rei ( situada en el centro del yacimiento y destacada entre todas ellas) se detenía el cortejo fúnebre y la gente se sentaba y se celebraba una comida, finalizada la cual, el cortejo se ponía otra vez en marcha hacia el cementerio. También cuentan que en un penedo rocoso cercano, conocido como "Pedra da Verruga" en unas "pias" existentes "os mouros" decían misa....
Tenemos varios petroglifos con interesantes leyendas en la parroquia de San Salvador de Coruxo. Unas nos hablan de la "moura encantada" que se transforma en serpiente. Otras "de mouras que sacan a secar el trigo sobre la piedra del petroglifo"; otras, que lo que representan los grabados son "planos que dejaron los "mouros" para encontrar los tesoros que dejaron ocultos cuando se fueron de allí"; en fin, otras, que en las piedras que poseen los petroglifos se guardan tesoros de "tempo dos mouros".
Ya de época castreña hemos recogido el siguiente folclore: Referido al castro de la isla de Toralla "que esa isla estaba unida a tierra firme y en ella vivía un pueblo que era muy malo y ruín, los dioses lo castigaron, separandolo de de tierra firme y convertiendo en una isla". Del Castro-Castriño de Becerreira (Cabral) nos cuentan "que de vez en cuando aparece sobre una roca del castro una moza encantada peinándose los cabellos y vuanfdo alguien se acerca se convierte en serpiente". En los castros de Barrocas y Sobreira (Valladares) y en los de San Lorenzo y Outeiro do Castro (Coruxo) se nos dice que en ellos "vivían os mouros". En el Chans de Bembrive, entre otras tradiciones se nos habla dedicho castro " o fixeron os mouros" y que "existe un tunel debaixo do castro". Son muy interesantes las relativas a los castros de Freiría (Candeán) y Carballal( Cabral), recogidas por nuestro amigo el profesor Gerardo Dasairas. Del primero dice textualmente:"Unha vella do lugar referiu o seguinte: Estaba a miña aboa facendo pan no forno e mandou a filla (miña nai) a buscar agua a unha fonte que está perta do castro. Ao chegar alí atopou nela unha señora mui belida que lle contou o encantamento que tiñan feito sobre ela e que para se quitar del deberialle decir a súa nai que trouxese ao seguinte día e ao mesmo lugar un molete de pan. Tamén lle comunicou que cando a nai levara o pan ela estaría convertida nunha cobra e que esta lle iba a subir hasta a cara para lle dar un bico e rachar desde este xeito o encantamento. Prometeulle facelas ricas se cumprian ben o antedito. Durante aquela noite estiveron en matinar nos cartos mais tamén no noixo que iba sopor o se deixar bicar por unha cobra. Mais a cobiza venceu ao noxo e ao día siguinte fixeron o mandado pola señora. Na fonte estaba a cobra que lle empezou a subir polo corpo e cando deu o bico desapareceu para non saber máis dela, nin da fermosa dona, e o que foi peor... nada dos cartos. Pois xa ves que hoxe seguimos pobres, dixo a vella que esto contou"
Del castro de Carballal se recogieron las siguientes leyendas castreñas: "Os mouros foron os construtores do castro"; "Vivían nel e por debaixo fixeron unhas minas que o cruzan, tendo varias saídas"; y por último "existe no cume do monte do castro unha pedra ao ras do chan con tres pegadas deixadas por eles".
Hasta aquí, el folclore que poseemos hoy en día relativo a los yacimientos arqueológicos vigueses. Como comenté al inicio, sería muy importante y urgente la realización de trabajos de campo, destinados a recoger las leyendas que en la actualidad aún pueden existir y que con el paso de los años, se irán perdiendo definitivamente.
Nota.- En la imagen, el dolmen conocido como "Casa dos Mouros" en Candeán.
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