La localización de yacimientos arqueológicos se tiene que realizar siguiendo diversos pasos que nos llevarán finalmente al descubrimiento de los restos arqueológicos que deseamos estudiar. Podemos resumir dichos pasos o etapas en los siguientes puntos: Información bibliográfica; consulta a las personas que han trabajado en la zona de estudio; toponimia; folclore; estudio del medio geográfico, mapas topográficos y fotografía aérea; prospección sistemática en las áreas de vacío arqueológico; comprobación y búsqueda sobre el terreno de la información anterior y aplicación de método tecnificado.
Brevemente en el presente comentario resumiremos los puntos más importantes que se relacionan con los cuatro primeros pasos a seguir para la localización y estudio de yacimientos arqueológicos, concretando en ocasiones, su aplicación en Galicia. Dejamos para fecha posterior el análisis de las etapas siguientes.
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Es el primer paso en el estudio de una zona, ya que es im¬prescindible conocer ampliamente los trabajos y su extensión. Cuando se desconoce la bibliografía existente de determinada zona, el proceso más simple es partir de las obras de síntesis más recientes sobre el área geográfica que nos ocupa, las cuales nos remitirán a estudios más concretos. Al agotar los estudios cono¬cidos en las publicaciones especializadas, es interesante bucear en las revistas y periódicos de carácter local, comarcal o provincial, pues pueden incluir referencias interesantes de hallazgos que no han trascendido, por diversas circunstancias, a las revistas especializadas.
Así tenemos para el caso gallego, las revistas especializadas de Gallaecia, Museo de Pontevedra, Brigantium, Museo Municipal de Vigo, Boletin Auriense, Cuadernos de Estudios Gallegos...
CONSULTA A LAS PERSONAS QUE HAN TRABAJADO EN LA ZONA
No siempre los trabajos de búsqueda y localización de yacimientos han sido publicados y normalmente las personas que han investigado una zona determinada tienen conocimientos que no han trascendido a la letra determinada tienen conocimientos que no han trascendido a la letra impresa. Algunos, como el caso de aficionados pueden estar totalmente inéditos. Por ello es importante entrevistarse antes de iniciar la investigación, con los estudiosos de la zona que nos interesa, no sólo para nuestra mejor información sino también para evitar interferencias en el trabajo, repeticiones del mismo...
TOPONIMIA
Tiene por objeto el estudio de los nombres de los lugares.
«El hombre necesita denominar el medio geográfico en que se halla inmerso, para identificar los lugares y poder comunicarse con sus semejantes. Entre los topónimos actuales encontramos pervivencias del pasado, verdaderos fósiles lingüísticos, que nos abren la posibilidad de llenar parcelas importantes de la Historia. Su estudio e interpretación corresponde a los filólogos, ya que de lo contrario es fácil caer en errores. La toponimia ayuda de forma notable a la localización de yacimientos, puesto que las nomenclaturas de los lugares se realizan por las particularidades y anomalías, que les diferencian de los demás, y una de ellas es la existencia de restos arqueológicos».
Podemos distinguir una toponimia mayor y una microtoponimia. Una de las fuentes para su estudio son los mapas catastrales de diferentes escalas, 1/50.000; 1/25.000, realizados por la Dirección General del Instituto Geográfico Nacional; etc.
En Galicia poseemos numerosos topónimos que nos evidencian restos arqueológicos. Además podemos señalar que también nos documentan, en la mayoría de los casos, la cronología de los mismos, esto es, a la cultura pre o protohistórica a la que pertenecen o la etapa histórica en que podemos datarlos. Así tenemos que los topónimos tales como MAMOA, MEDORRA, MADROA, ARCA, CASA DOS MOUROS, MANIOLA, MEDOÑA, MEDELA, ANTA, PEDRAFITA, TUMBA, MODÍA... entre muchos otros denotan restos megalíticos.
Asimismo los topónimos que hacen alusión a grabados rupestres, nos vienen dados por nombres como LAXE DAS RODAS, PENA ESCRITA, PENA DAS FERRADURAS, PEDRA MOURA, LAXE DAS PEGADIÑAS... Son numerosos los topónimos que hacen referencia a poblados prerromanos en Galicia: CASTRO, CASTRELO, CASTELO, CASTRIÑO, CIVIDA, CIDADE, CROA, RODA, CIDA, CIDADELLE, CASTRICAN, SUCASTRO, COTO DOS MOUROS...
Con relación a topónimos que denotan restos ya romanos y medievales tenemos entre otros: MARCO, PADRON, CALDAS, ARCOS, CALDELAS, ESTRADA, RÚA, VEREDA, CALZADA, VILA... para los romanos y para los medievales: MOSTEIRO, IGRESIA VELLA, FONTE SANTA, CAMA DA SANTA...
FOLCLORE
«Con frecuencia los yacimientos arqueológicos han sido mo¬tivo de leyendas, surgidas por diferentes causas:
— El intento de explicar las características de un yacimiento y la época en que fue construido, es de las más frecuentes. Los hechos narrados en las leyendas se hallan generalmente deforma¬dos y faltos de una perspectiva histórica y con frecuencia se atribuyen a un mismo momento de la antigüedad». Así en nuestra zona gallega tenemos que la mayoría de los monumentos arqueológicos fueron construidos por «os mouros», acompañando esta afirmación, relatos de acontecimientos diversos vinculados a dichos «mouros».
— «Con frecuencia encontramos menciones de existencia en los yacimientos de tesoros ocultos y personajes míticos que los protegen como serpientes, «mouras encantadas»...
— «Las hachas pulimentadas se atribuyen su origen a la caí¬da del rayo, empleándose como contrapartida para la protección contra el mismo, colocándose en ciertos casos debajo de las tejas. Una explicación puede encontrarse en el hecho de que las tormentas lavan el suelo y aparecen a la vista los citados utensilios».
Es interesante recoger todo tipo de folclore relacionado con cualquier topónimo, pues nos va a evidenciar posiblemente restos arqueológicos. Esta recogida de datos folclóricos ha de hacerse en el idioma que hable el interlocutor, y debe anotarse exactamente todo lo que diga.
BIBLIOGRAFÍA
BURILLO, Francisco: Métodos de prospección arqueológica. Teruel, 1981; GARCÍA ALEN, Alfredo: Normas generales para recogida de datos en campo (mecanografiado). Pontevedra, 1978; MENENDEZ PIDAL, R.: Toponimia prerrománica hispánica. Madrid, 1968; CARO BAROJA, J.: Algunas notas sobre onomástica antigua y medieval. Hispania. XIII, pp. 515 544; POTTIER: Los topónimos en los mapas antiguos. Actas de la 1ª Reunión de Toponimia Pirenaica. Jaca, 1949, pp. 167-180; RODRIGUEZ COLMENERO: El real de Legos del Catas¬tro de Ensenada y La Toponimia de los Establecimientos Agrícolas del Mundo Antiguo en la provincia de Orense. Santiago de Compostela, 1975, pp. 185-190; y TOVAR, A.: Estudio sobre las primitivas lenguas Hispánica. Buenos Aires, 1940.
Nota.- En las imágenes que ilustran este comentario, podemos apreciar el dolmen de Axeitos ( A Coruña) y un detalle del petroglifo de “Laxe das Rodas” ( Muros, A Coruña). Tanto los monumentos megalíticos como los grabados rupestres, en la mayoría de los casos, poseen una toponimia y folclore, relacionada con “os mouros”.
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